EL día de ayer fue, sin duda, una jornada repleta de emoción para el Obispado de Bizkaia y todos los fieles y creyentes del territorio. Nadie se quiso perder la ordenación de Joseba Segura como obispo auxiliar, celebrada ayer en la catedral de Santiago de las siete calles de la capital vizcaina. Fue tal la expectación que generó la ordenación episcopal de Segura que, a pesar de que las puertas de la catedral se abrieron a las 9.30 horas, las primeras personas llegaron alrededor de las 7.15 de la mañana.

Precisamente, el primero de todos fue Iñaki González. A las siete y cuarto de la mañana estaba en la puerta de la catedral y para poder dejar constancia de ello se fotografió con el templo ubicado en el Casco Viejo de la capital vizcaina. “Joseba es nuestro párroco así que es un día muy especial para nosotros”, dijo Iñaki, que fue acompañado por Begoña García y Fernando Sobaco, quienes aseguraron que fue una celebración “muy emotiva” porque no todos los días se ve la ordenación a un obispo. “Yo vengo también a ver algo nuevo porque nunca he estado en ninguna ceremonia de estas características”, dijo Begoña. “Sabe la realidad real social que hay y la verdad que le toca hacer un trabajo muy duro pero estamos seguro de que lo conseguirá”, afirmó Fernando. Estos tres amigos pertenecen a la parroquia Birjinetxe, que engloba los barrios de Txurdinaga y Otxarkoaga y aseguran que “ Joseba siempre se ha implicado mucho en los dos barrios”.

a flor de piel Los que ayer acudieron a la catedral de Santiago sin duda tuvieron durante toda la ceremonia la emoción a flor de piel. Las risas, las lágrimas y los rostros emocionados fueron los principales protagonistas. Pero, sin duda, la admiración hacia el nuevo obispo auxiliar. “Para toda la Diócesis es muy importante esta ceremonia. Poder vivirlo en primera persona nos hace sentir Iglesia y, la verdad, que agradecemos que la Diócesis sea enriquecida con un nuevo obispo, un hombre sencillo que conoce la realidad”, dijeron Begoña Bilbao, Carmen Díaz de Alda y Edurne Camino, tres amigas de Bilbao que acudieron a las nueve de la mañana a la catedral.

Desde Sestao, acudieron Arantza Usabiaga y Margarita Díaz, quienes aseguraron que a las nueve estaban en la puerta porque querían estar de las primeras. “Joseba es mucho para nosotras, es muy querido por todas las personas. La Iglesia se revitaliza, es un día de mucha alegría, de gozo y de fiesta”, concluyeron estas amigas.