Bilbao - La Asociación de la Madera de Euskadi, Basquegur, fue ayer tajante: sin un tratamiento para frenar la banda marrón que está arrasando con los pinos, el sector está en peligro. “Si no controlamos la enfermedad, el sector desaparecerá”, advirtió su presidente, Federico Saiz. “Hemos perdido una campaña y necesitamos el tratamiento ya para que la de este año no peligre”, manifestó, en relación a la fumigación aérea con óxido cuproso que se quiere aplicar esta primavera y que se encuentra a la espera de autorización por parte del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. El responsable de Basquegur defendió que este tratamiento es el mejor para evitar la propagación del hongo y explicó que únicamente se aplicaría en el 5,5% de la superficie de Bizkaia y con una concentración cuatro veces menor que la que se utiliza en la agricultura ecológica.

Los representantes del sector de la madera de Bizkaia, incluyendo tanto a propietarios forestales como a la asociación profesional que engloba toda la cadena de transformación, comparecieron ayer ante las Juntas Generales para explicar su diagnóstico y estrategias para afrontar la enfermedad provocada por hongos que sufren los pinos de Euskadi.

Saiz alertó de que la virulencia con la que se ha extendido en los últimos meses la banda marrón por los pinares de Euskadi ha situado al sector de la madera en una situación “de absoluta excepcionalidad, que nunca se había conocido”. Por ello, articular medidas para controlar su avance resulta imprescindible. “Si no logramos controlar la enfermedad el sector va a desaparecer. Tan simple y tan contundente como eso”, dejó claro, para constatar la necesidad de que se ponga en marcha el tratamiento preventivo aéreo que las administraciones vascas, el Gobierno vasco y las tres diputaciones, han planteado. “Es un tratamiento de choque básico para la supervivencia del sector y lo necesitamos ya. Hemos perdido una campaña; la primavera y verano pasados fueron desastrosos y no nos podemos permitir el lujo de perder otra. Necesitamos aplicar el tratamiento y necesitamos hacerlo ya”, explicó. La medida se complementará con otras acciones como la generación de semillas genéticamente resistentes a la enfermedad y la búsqueda de otras especies complementarias al pino.

El presidente de la Asociación de Forestalistas de Bizkaia, José Antonio Zabala, por su parte, aclaró que el tratamiento por vía aérea con óxido cuproso se realizaría en aproximadamente 13.000 hectáreas, lo que supone el 5,87% de todo el territorio de Bizkaia. El tratamiento, que es preventivo y no curativo, se aplicaría a superficies poco o nada afectadas por los hongos, “siempre siguiendo la normativa ambiental y de salud pública, y lejos de acuíferos, caseríos, viviendas...”. Además, la concentración del óxido cuproso sería de 800 gramos por hectárea, “cuatro veces menor que la que se utiliza en la agricultura ecológica”. “Han sido los grupos ecologistas los que han presionado a Europa para la ampliación de su uso. El cobre es el mejor fungicida que existe para todo tipo de tratamientos”, destacó. Zabala advirtió de que el inicio del tratamiento preventivo tendrá también un efecto “psicológico” entre los propietarios, que pueden entrar en una situación de “pánico generalizado” si no se inicia esa fumigación, “ya que puede salir a la venta un gran volumen de pino que podría afectar al sector”.

El presidente de los forestalistas transmitió asimismo la “preocupación” que se vive en el sector debido a esta enfermedad, sobre todo en torno a si finalmente se va a poder tratar o no, la implicación de la Administración, la repercusión que tendrá en el mercado de la madera y las próximas plantaciones que se realizarán.

Supervivencia del sector Ambas agrupaciones recalcaron la gravedad de la situación, por lo que pidieron a los grupos políticos que hagan suya la petición realizada ante el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para que autorice “de forma excepcional” el uso de óxido cuproso por vía aérea. “Para nosotros la supervivencia del sector pasa sí o sí por la aplicación de estos tratamientos y lo que hemos querido es recabar el apoyo de los grupos”, destacó Saiz.

También negaron algunos datos erróneos trasladados sobre el sector forestal, “como que el pino es un monocultivo o que los propietarios son terratenientes”. En este sentido, explicaron que el 79% de las plantaciones de Euskadi son coníferas, “mientras que en otros países que se consideran una referencia, como Alemania, Austria o Finlandia, tienen más porcentaje de una sola especie”, y que la mayoría de propietarios tienen explotaciones menores de veinte hectáreas.

Todos los partidos políticos agradecieron la presencia de los representantes del sector de la madera, por sus “clarificadoras” explicaciones. PNV, PSE y PP defendieron la necesidad de realizar el tratamiento con óxido de cobre, mientras que Podemos mantuvo sus dudas y EH Bildu planteó la necesidad de modificar la estrategia forestal para evitar este tipo de situaciones.