Gernika - Con proyectos como la mesa del sector primario o Lurbizi, Urremendi busca tender puentes entre los baserritarras y los consumidores para lograr mantener un primer sector activo en una comarca en la que el turismo puede convertirse en uno de sus motores económicos.
¿Cómo se podría explicar lo que es Urremendi y su función?
-Urremendi es una de las seis Asociaciones de Desarrollo Rural Comarcal que hay en Bizkaia. Hay 18 en total, 6 en cada Territorio Histórico. Es una asociación sin ánimo de lucro que trabaja en colaboración con el Gobierno vasco y la Diputación Foral de Bizkaia, así como con agentes y Ayuntamientos comarcales, aglutinando a diferentes socios, tanto del sector público como del privado.
¿Qué ámbito de actuación abarca y cuáles son sus funciones?
-Incluye a los 20 municipios que conforman la comarca de Busturialdea-Urdaibai, siendo estos los socios públicos de la misma junto con otros 18 socios privados. Nuestra labor es poner en marcha y ejecutar proyectos tanto comarcales como territoriales con incidencia en la comarca, hacer de nexo de unión entre las administraciones competentes en Desarrollo Rural y en asesorar a Ayuntamientos y agentes privados sobre subvenciones existentes en relación al desarrollo rural, todo ello con el objetivo de impulsar el desarrollo socioeconómico de la misma. Urremendi no tiene un sector específico de actuación; su ámbito abarca proyectos del sector primario, turismo, servicios básicos y de calidad de vida y otro tipo de actividades económicas no sectoriales a implantar en el medio rural.
Intentan aunar varios mundos en distintos proyectos. ¿Es fácil llegar a una conjunción de factores como el primer sector, el turismo o las actividades económicas a la hora de realizar planes para la comarca?
-No es fácil, pero es posible. Hay que tener claro qué tenemos en la comarca, qué nos diferencia del resto y hacia dónde queremos ir, teniendo claro los objetivos a conseguir a medio y largo plazo. Disponemos de una comarca cuyo valor diferenciador fundamental es la naturaleza, el paisaje; estamos en la única Reserva de la Biosfera de Euskadi. A partir de ahí, somos conscientes de que el turismo está creciendo y esto nos hace pensar que la gente tiene interés en visitarnos y pone en valor nuestros recursos. Siendo éste el punto de partida, nuestro punto fuerte y nuestro escenario, tenemos que trabajar para poner más en valor la comarca, aunando criterios medioambientales, sociales y económicos.
¿En qué se traduce ese objetivo?
-En la práctica, se traduce en que cuando asesoramos a los promotores privados que acuden a nosotros o asesoramos a los Ayuntamientos, no perdemos de vista que el desarrollo debe ser integral. Muchos temas están relacionados con mejorar las comunicaciones, servicios básicos y de calidad de vida; otros están relacionados con el impulso de la actividad económica para la creación de empleo, sea ésta la actividad del sector primario, actividad turística o de otro tipo. Urremendi aporta la visión comarcal, la coordinación de agentes, el asesoramiento sobre subvenciones y el nexo con las distintas administraciones.
El primer sector tiene una gran presencia con proyectos como la mesa del sector primario creado este otoño. ¿En qué punto de desarrollo se encuentra?
-Tenemos el modelo de la Mesa de Turismo, que ha tenido un mayor recorrido, por lo que hemos intentado implantar esa manera de trabajar en el sector primario. Esta mesa del sector primario está compuesta por representantes institucionales, productores, asociaciones, etc. que han mostrado interés en participar y poder aportar y sumar ideas que sirvan para mejorar la situación del sector primario en la comarca. Este contacto con la gente de la comarca y las instituciones posibilita la recogida y la aportación de información tanto hacia abajo como hacia arriba; se trata en definitiva de una mesa de trabajo que busca estar más cerca del sector para poder recoger sus demandas y poder poner en marcha posibles soluciones desde las administraciones implicadas.
A pesar de las dificultades hay comarcas en la que el primer sector aún mantiene cierto peso, aunque no sea muy notorio. ¿Es Busturialdea una comarca en la que el primer sector destaca más que en otros?
-La realidad es que en este momento, aún siendo un sector estratégico a nivel de políticas de Gobierno, en esta comarca no tiene mucho peso, aunque Busturialdea ha sido tradicionalmente muy agraria, con una tradición y una simbología muy importante. Esta tradición debe suponer un impulso para mejorar la situación del sector primario. Entre los puntos fuertes, en relación a la venta directa, tenemos distintos mercados que funcionan bien, como el mercado de los lunes en Gernika-Lumo, el de Bermeo o el Último Lunes de Octubre. Pero el sector no solo pasa por la venta directa, hay que impulsar el relevo generacional, mejorar la rentabilidad de las explotaciones agrarias, agruparse para competir en mercados más grandes, etc. Por ello, es importante alinearse y trasladar las demandas del sector a las administraciones competentes en esta materia.
Uno de los proyectos unidos al primer sector lleva el nombre de Lurbizi, que busca tender puentes entre productores y consumidores. ¿En qué situación se encuentra?
-Ahora comenzamos con la cuarta edición, en la que estamos participando todos los agentes relevantes de la comarca. En años anteriores, entre otros, se hizo un estudio de la situación del sector primario. Uno de los proyectos es el de comedores escolares, en el cual se han hecho avances generales y seguiremos concretando más en este tema. Pero, además, este año queremos también concentrar nuestros esfuerzos en continuar con el abastecimiento de producto local a comedores del entorno, tanto escolares, como residencias, aunque vemos que hay más demanda. La gente cada vez esta más concienciada con el tema de consumir productos locales, que sean ecológicos... También colaboramos con el Ayuntamiento de Gernika-Lumo para revitalizar la plaza. Se trata de un punto de venta estratégico con alcance comarcal, donde la comercialización marca la diferencia. Y por último, de forma general, buscamos aumentar la producción de producto local. Para ello sabemos que hay ciertas tierras que están abandonadas, está el banco de tierras de la Diputación Foral, por lo que vamos a localizar a los productores existentes para contactar con ellos y ver si existen fórmulas que les permitan ampliar sus explotaciones.
Concienciación ecológica, trabajo conjunto con distintos comedores, etc. ¿Son ejemplos de brotes verdes que pueden ayudar a cambiar la situación del primer sector?
-Sí, sí. Se ve que la gente cada día está más concienciada. Vemos como los padres jóvenes demandan comida ecológica para sus hijos, por ejemplo. Para eso hace falta una concienciación individual, es decir, está en manos de cada uno comprar producto local, bajar al mercado, etc. Sabemos que el modo de vida actual nos empuja al supermercado, con una sociedad cada día más acomodada, pero lo que hay que hacer es pensar que detrás de esos productos hay gente, hay un paisaje y hay una economía.