EL personaje se llamaba Roger O. Thornhill (Cary Grant al otro lado de la pantalla, para entendernos...) en la soberbia película de Alfred Hicthcock, Con la muerte en los talones. A él se le escucha decir en un momento de la aventura: “En el mundo de la publicidad no existe la mentira, solo convenientes exageraciones”. Convenientes exageraciones. Es una expresión digna de estudio, sobre todo por aquello de que sus autores, los hombres y mujeres que trabajan alrededor de la publicidad trabajan para alguien a quien hay que dorar la píldora de continuo, el cliente que siempre tiene la razón. ¿Quieres textos escritos con elegancia?, ¿quieres obras maestras? o... ¿quieres ver cómo las malditas ventas empiezan a subir? Ese bombardeo de preguntas lo lanzó uno de los clásicos de la estirpe de publicistas, Rosser Reeves, y no hay quien rebata la cuestión. El secreto está, al parecer, en la persuasión. No lo sé bien, ayer no era el día para preguntárselo a todos estos artesanos.
¿Por qué? Celebraban en Bilborock la gala de la publicidad, en fechas próximas a la onomástica de San Pablo, el fariseo (dicho sea sin segundas...), que se convirtió al cristianismo para pregonar el mensaje de Jesús. La gala se ilustró con un monólogo de la actriz Maribel Salas y las versiones de The Beatles (bases electrónicas, imágenes sincronizadas, todo ello aderezado con comunicación midi...) propuestas por Letamina o, lo que es lo mismo, Erra Biurrun, Koldo Velloso y Javier Letamendia, ‘Leta’. Fue toda una llamada a la diversión en la noche...
La cita contó con el andamiaje dispuesto por José Félix Ruiz (“señor presidente”, para el who is who de los ecos de sociedad más clásicos...), María Caballero, Ana Bidaurrazaga y Aitor Zumelzu, entre otros miembros de la junta directiva de la Asociación de Agencias de Publicidad de Bizkaia. Se sumaron a esa apuesta por la noche alegre el profesor de la UPV/EHU,Joseba Etxebarria y tres de sus alumnos -Asier Morán, Unai Garmendia y Sandra San Román...-; César Magallón, Pepa Gandarias, Koldo Marcilla, Ana Aurtenetxe, Jasone Iratxeta, Paula Cervera, Gabriel San Martín, Noemi García, Sandra Arroyo, Libia de la Fuente, Jon Cortazar, Celia Albizu, Marta Lasso, Roberto González, Belén Horas, Joseba Arriola, Alfredo Tabernero, Vanesa Martínez, Juan Carlos Fernández, Willy Díez de Vergara, Eduardo Gallo, Ibone Estévez o José Ángel Sáenz, hombres y mujeres, todos ellos, que manejan las dotes de los buenos casanovas, persuasores natos. A ninguno de ellos les hacen falta otras artes que las propias. ¿Acaso no explicó Leon Burnett que si uno quiere ser notorio, es suficiente con que salga a la calle con un gorro de plumas; será notorio, pero también ridículo, dijo. Y no mintió.