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Cuando amanece en plena noche...

Cuando amanece en plena noche...

HAY noches para dormir y noches para no perdérselas; noches negras como la boca del lobo y otras en las que amanece, de tan largas y vividas como son. Más allá del ruido de sables vecinal, por encima de la lluvia que arreciaba fuera como si no hubiese mañana, la noche se bañó en un haz de luces, la noche se cubrió con la voz de Aroxa, una voz brasileña aterciopelada, la noche se deslizó en las curvas sensuales de las gogós, la noche se pobló de curiosos y gente involucrada en uno de los mejores propósitos de nuestra vida: divertirse.

Digamos, de salida, que la sala es diáfana, que cuenta con reservados de cerca de ochenta personas a pie de pista, que tiene mesas de audio y de luz y que recrea esa atmósfera clásica de las discotecas de toda la vida: la penumbra y las ráfagas de luz. Anuncian que hoy actuará un ballet de cristal y que la idea es dotar a Bilbao de un espacio que no tiene.

Una cascada de invitados fue cayendo escaleras abajo (es metafórica la escena, no se asusten...) hasta poblar la inauguración con más de 500 asistentes. Las gogós dancers de la noche -Janire Arrasate, Mirella Lima, Yissa Vpi y May Huarte-aguardaban en los chaisede la entrada, junto a la citada voz carioca de Aroxa y dejaban en la noche el matasellos de eso que ahora llaman de luxe. Óscar del Hoyo, maestro de ceremonias, fue mudando en la noche: de los nervios a la complacencia, a la satisfacción. La gente, digo, fue llegando en tropel. Entre los asistentes se encontraban Joséchef del Yandiola; David González, Pepa Gandarias, Kristina González Bilbao, María Loizaga, Leire Pradera, Jon Aldeiturriaga, Arantza San Andrés, el letrado Rafa Bustamante, el director gerente del Palacio Euskalduna, Jon Ortuzar; Aitor Bibanko, Yolanda Aberasturi, Alberto González, Julio Alegría, Mariapi Alza, Carla Alegría, Iñigo Lejarza, Iñaki Makazaga, Idoia Muguruza, Iker López, Ander Elorriaga, Janire Urkiaga, Gontzal Azkarate, Olaia Muñoz, Daniela Astrain, Mónica González, Nerea Rueda, Ander Millet y toda una cuerda de asistentes que disfrutaron de la larga noche.

Fue sumándose la gente en proyección mientras el champán corría a raudales como, qué sé yo, en un podio de un Gran Premio de Fórmula 1. De todo ello pueden dar cuenta Iker Imaz, Araceli Otaolea, Txemi Lozano, María Azpiroz, Lorena Ibarrondo, Nuria Lledó, Naia Fernández, Juankar Martín, Álvaro Otaola, Ander Hernández, Beñat Oñaederra, Miren Etxebarria, Lucía Alonso, Cristina González, Eli García o Nagore Urrutia. En esas prudentes horas de la noche no se registró trifulca alguna con los vecinos. Hubo paz en la calle y después gloria en el interior. Debiera ser así siempre. Siempre, insisto.