Bilbao - Su vida no es un gag ni un sketch, dos inquilinos habituales de su imaginación. Ha de tenerse en cuenta el ajetreado currículo de Txemi Parra, un guionista bilbaino residente en Nueva York que acaba de presentar su primera novela, Los muertos no comen yogures, aquí en Bilbao, entre los suyos. No en vano ha trabajado en ETB como coordinador de guion de la serie Mi querido Klikowski y como presentador, junto a Gurutze Beitia, del programa Más humor. Durante una década fue guionista en Globomedia, formando parte de los equipos de series como Siete vidas, Aída, Los Serrano, El internado o Águila Roja. En la ciudad de los rascacielos ha creado la web serie de humor Bilbainadas, mientras trabaja en varias compañías de teatro americanas con sede en Manhattan.
¿Si no comen yogures, qué comen los muertos?
-¡Uf! Ni idea y ojalá tarde en enterarme, oye. Elegir un título es difícil. Y yo me quedé con este porque encajaba con mi idea de novela policiaca en clave de humor.
Rara avis.
-¿Verdad? Que yo recuerde a bote pronto solo me viene a la cabeza un escritor de ese estilo, Eduardo Mendoza.
¿El guionista se entrena para escritor?
-Es otro lenguaje, distinto. Los guiones se escriben como churros y aquí se requiere otro ritmo, con otras voces. Pero hoy en día, pese a que la crisis llegó a la televisión en 2012, el escritor es el pariente pobre del guionista.
Pero no me niegue que un libro no da prestancia.
-Es algo que rumiaba y he escrito el libro que yo quería leer aunque la verdad es que yo soy un tío simple que hace alineaciones del Athletic para dormir.
Se habrá salido en los diálogos, supongo.
-Es curioso. Siempre me han dicho que mi fuerte en el guion son los diálogos y luego no hay tantos en el libro, tiene más mundo interior.
¿Dónde nació el argumento?
-En mi comunidad teníamos un vecino que no iba jamás a las juntas...
¡Oiga, yo tampoco!
-Ya. Ja, ja, ja. Pero nos dio que pensar: a ver si le ha pasado algo, a ver si ha muerto...
No destripemos más. Afincado en Nueva York, ¿cómo vivió el aterrizaje?
-Es un mundo totalmente distinto. Ir allí es muy duro. Adaptarte te cuesta tiempo y dinero y la calidad de vida no tiene nada que ver con la de Europa.
¿Mejor?
-¡Qué dice! Allí se vive para trabajar. Es verdad que hay oportunidades pero es duro. Lo pasé mal pero tiene algo que engancha, aunque hay cosas que...
¡Dispare!
-Mire, acabo de tener una oportunidad de trabajo en un gran teatro de Washington para agosto, pero yo ya estoy en otra onda, en vivir más, y dije que no. Soy demasiado bon vivant para el ritmo de Nueva York.
¿No es un error hacer del trabajo el eje de su vida?
-Allí es algo casi cultural. El triunfador es aquel que gana más dinero. Vayas donde vayas impera el making money, incluso en los más pequeños. Te sumerges en esa idea, pero a tu ritmo.
escritor y guionista (o viceversa, que tanto da...)