Muskiz - Con el fin de preservar y poner en valor los edificios e instalaciones que forman parte del patrimonio histórico de la localidad y de paso aumentar el atractivo de este municipio minero de cara al turismo propio de la época estival, la junta de gobierno del Ayuntamiento de Muskiz acaba de aprobar la adjudicación de los trabajos de recuperación de dos de los numerosos lavaderos con los que contaba el municipio, algunos de ello centenarios, y que a parte de estar destinados a la limpieza a mano de la ropa, suponían un importante centro de reunión social para las mujeres del siglo XIX y principios del XX.

“Cuando hay quien viene a Muskiz y visita al Castillo de Muñatones o la ferrería de El Pobal o visita el entornos del paraje minero del parque Itsaslur o pasea por las rutas de senderismo del municipio queremos que conozca también alguna parte histórica de la localidad a través de los lavaderos. Que vean cómo lavaban antiguamente las mujeres. El caso más relevante se puede visualizar a lo largo del mes de julio en Pobeña en la recreación del entorno en 1890”, destacó el alcalde de la localidad, Borja Liaño.

Recuperación Las instalaciones que serán objeto de la actual recuperación están ubicadas en los barrios periféricos de El Haya y Villanueva. En ambos casos los lavaderos públicos se encuentran bastante deteriorados por el paso del tiempo, la humedad y especialmente por el abandono social. Con estas actuaciones, cuyo plazo de ejecución es de aproximadamente un mes y supondrán una inversión cercana a los 20.000 euros, la actual corporación pretende intervenir sobre la estructura del edificio y sus instalaciones, en un intento por recuperar el patrimonio histórico de la localidad.

El presupuesto destinado a la rehabilitación del lavadero de El Haya es de 13.300 euros y no llegan a 7.000 los euros que se han reservado para las obras en el de Villanueva. Las obras de rehabilitación, que comenzarán en las próximas semanas, está previsto que se prolonguen por espacio de un mes. Pero, para reducir los perjuicios a los vecinos de la zona, se van a efectuar por fases.

Los trabajos de recuperación de los dos lavaderos, a los que antiguamente acudían las muskiztarras para limpiar la ropa a mano, consisten en la rehabilitación de los muros, la aplicación de una pintura antihumedad, el sellado y llenado de las pilonas y la colocación de luminarias estancas. Asimismo, en el caso del de El Haya, también se va a renovar el tejado y se aplicará un tratamiento contra xilófagos específico para la madera antigua.

Dado que el principal valor de este tipo de edificios es el mantenimiento de las pilonas destinadas al lavado de la colada, las obras de rehabilitación contemplan la limpieza manual de la vegetación existente en el interior de las instalaciones y el sellado impermeabilizante de los vasos de agua.