“La historia está presente en Gernika -Lumo”

¿Su rincón favorito de Gernika-Lumo está unido a sus experiencias o a la historia de la localidad?

-Sobre todo a mi experiencia personal. Nací, crecí feliz y guardo una historia fantástica del barrio de Sindicato, en la actual calle Esteban Zabala. Cada vez que paso me vienen a la memoria familiares y vecinos de los sitios donde yo jugaba de chaval.

¿De dónde viene el nombre de las casas del Sindicato?

-Tras el bombardeo los sindicatos franquistas se encargaron de construir determinadas casas. Hicieron unas en el centro: lujosas, para los del régimen; pero para los obreros y, sobre todo, para los perdedores de la guerra, casas como las de los sindicatos. En plan muy peyorativo le llamaban el barrio de Moscú.

¿Y su rincón especial unido a la historia de Gernika-Lumo?

-Gernika-Lumo es un lugar donde la historia está presente en cada calle. Ha sufrido todo tipo de sucesos históricos, venturosos y calamidades, desde la Edad Media. Me gusta la Cruz de Errenteria; el barrio en sí, lugares como la calle San Bartolomé, Mertzede...

¿Ha sentido alguna vez que vivía en un universo paralelo? ¿Que donde unos vemos el archivo foral usted ve el ayuntamiento de Lumo o la iglesia de San Juan aún en pie?

-Continuamente. Muchas veces estoy sentado en el Ferial, un lugar amplio, peatonal, soleado, amable? y pienso que en su día era un lugar insalubre, marismeño y que produjo muchas infecciones y epidemias; antes de la guerra allí se hacía la feria del ganado los Últimos Lunes, la feria textil y agrícola era en el Pasealeku?

Se asocia la historia del pueblo al bombardeo, pero es mucho más.

-El sitio más determinante es el Árbol; por lo que significa de la personalidad y las libertades vascas.

El Árbol está situado en el área que da nombre a vuestra agrupación.

-Gernikazarra es el topónimo donde estaba el robledal en el que se juntaban nuestros antepasados; primero, delante del roble, y después dentro de la ermita. El lugar en el que los vizcaínos trataban sus asuntos.

Y que está ubicado, curiosamente, en Lumo; parte de la localidad cuyo nombre usted reivindica emplear.

-Este pueblo es la suma de Lumo y Gernika, aunque por comodidad demos en llamarle Gernika. Lo importante es que los habitantes sepan que tienen un padre y una madre, y que cada uno aportó su dote a la unión. Normalmente, reducimos nuestra idea de Lumo al barrio de San Pedro, pero alcanza también Zallo, Arane, Mestika, Txaporta, San José, Santa Ana, Amunaga, Landaberde, Saraspe? Muchísimos. No hay que olvidarse de la tercera pata de la localidad, que es Errenteria; un núcleo al otro lado de la ría que había pertenecido históricamente a Ajangiz

Si le mento a la Villa Foral?

-Si es villa no puede ser foral, y viceversa. Es un oxímoron. Un tópico que se utilizó antes de la guerra, algún periodista algo desinformado, y que se sigue utilizando. Hubo que hacer ingeniería jurídica para mezclar la villa de Gernika, con sus leyes, y la anteiglesia de Lumo, con su régimen foral. Hay un reparto de leyes a aplicar en una zona y en otra de la localidad. Salió bien la cosa.

En el bombardeo del 26 de abril quedó reducida a cenizas. Sin pretender frivolizar con el hecho, ¿qué lugar le hubiera gustado que siguiera en pie hoy?

-El casco antiguo. Lo que fue la antigua villa de Gernika, con sus fantásticas Goienkale, Azokakale, Artekale, Barrenkale? Por las fotos que se conservan, tenía un sabor fantástico. Para hacernos una idea, sería como el casco antiguo de Markina-Xemein; por tamaño, densidad? Lo he pensado muchas veces: ¡Qué bonito hubiera sido pasear por el casco antiguo de Gernika!

¿Dónde le gusta perderse?

-Para correr el corte de la ría o Kanpantxu. Para reflexionar, el Parque de Europa con las esculturas de Henry Moore y de Eduardo Chillida, Gure Aitaren Etxea, desde cuyo interior, a través de una ventana, se ve el Árbol. Es la casa del Padre, la que nos dice quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde deberíamos de ir.

Profesor y miembro de gernikazarra