Bilbao. Las limusinas se han considerado desde sus inicios como símbolo de elegancia, poder, riqueza y caché. Desde hace un par de años, esa sensación de poderío está al alcance de muchos de los ciudadanos de la capital vizcaina. A pesar de la coyuntura económica, no es nada raro ver por las calles de la villa y de cualquier municipio de Bizkaia, un coche de esta enjundia y de tanto lujo.

Esto, en gran parte se debe a la oferta de seis limusinas que ponen a disposición de los vizcainos las dos empresas asentadas en el territorio que se dedican exclusivamente al alquiler de estos glamurosos coches. Ellas son las que ponen en manos de sus clientes, la posibilidad de sentirse como Julia Roberts en Pretty Woman. Sentirse como un rey o una reina no es cuestión exclusiva de la aristocracia, no hace falta tener sangre azul, los seres más terrenales también pueden disfrutar de un lujo de este tipo. "No hay mucha competencia entre nosotros, cada uno va por su lado y de vez en cuando incluso nos echamos una mano", señala Iván Iriondo, gerente de Bilbao Limusinas. "No es un mercado fácil", destaca. Pese a todo, la capital vizcaina no está en vanguardia en esta cuestión, ya que según señala Juanma, gerente de Limusinas Garlo, "en Bilbao estamos muy retrasados con respecto a otras ciudades. En Valencia, Madrid, Barcelona o Málaga el uso de las limusinas está mucho más extendido".

Sin embargo, es posible vivir esta experiencia y montarse en Bilbao en este tipo de vehículos, que pueden medir entre 7 y 10 metros dependiendo del modelo. El coste de un servicio de este tipo tiene un precio de 150 euros por hora de trayecto. En esta cuantía se incluyen el chófer y la bebida. Esto hace que el precio se ponga al alcance de bastantes bolsillos. "Es un precio muy económico. Si tenemos en cuenta que la limusina permite que vayan grupos de 8 personas, si se divide el dinero no llega a 20 euros por persona", revela Juanma. Asimismo Iván Iriondo pone nombres a las bebidas a las que pueden acceder los clientes en este servicio. "El alquiler incluye cava o lambrusco, agua y refrescos, además de música, la cual la puede traer el mismo cliente si lo prefiere, y una serie de fotos del recorrido".

Esto ocurre cuando se lleva a cabo un servicio habitual, pero los negocios de limusinas también están sobradamente preparados de cara a eventos especiales como la celebración de bodas. "En las bodas solemos incluir también una caja de bombones", explica el gerente de Bilbao Limusinas S.L. Además de estos complementos gastronómicos, las empresas de limusinas suelen ofrecer también un juego, una broma adicional. "Al final es una fiesta. Solemos ir a buscar con la limusina al homenajeado o se le pone una venda en los ojos, de manera que sabe que está dentro de un coche pero ni se imagina que es una limusina en lo que está viajando", asegura Ivan Iriondo.

Han pasado 15 años desde que la primera limusina se dejó ver por Bilbao. Desde entonces, estos vehículos han sido objeto de admiración y deseo por su elegancia. Pero el auge de este glamuroso transporte llegó hace cuatro años. "Realmente no se trata de moda, es más un servicio. Una moda es algo pasajero, pero esto es algo permanente", aclara Juanma.

A pesar de la buena fama y la clase que desprenden y transmiten las limusinas, parece que la gente prefiere verlas desde fuera a causa de la tan manida crisis económica. "La cosa está como está. En las bodas lo hemos notado muchísimo", declara Juanma. "En estos momentos de crisis la gente se controla en el gasto", sentencia.

Bodas Y es que, según señala Iván, el gerente de Limusinas Bilbao S.L., "todo el mundo tiene un coche en casa. Pagar por que te lleven y te traigan es lo primero que se quita. Un restaurante no te lo puede dar cualquiera pero un coche sí. Al mes tenemos 4 o 5 bodas menos". Precisamente las bodas es junto a las despedidas de soltero la actividad para la que más socorrido es el alquiler de limusinas. Tras estas ocasiones estrella, se sitúan otros eventos especiales como cumpleaños, eventos e, incluso, un fenómeno que se está empezando a dar; las despedidas de casado.

Cabe destacar que el 95% de los servicios que se realizan son demandados por mujeres, y es que ellas son las primeras que quieren sentirse como auténticas princesas, aunque sea solo por unos momentos. "Las limusinas te hacen sentir como una princesa, tener tu momento. Los chicos son más reacios porque creen que es muy ostentoso. Eso sí, una vez prueban el servicio luego no se quieren bajar", aclara Iván. "Lo que ofrece una limusina no lo ofrece otro vehículo. La comodidad, el ir 8 personas sin apretarse, los asientos en U que permiten que una novia pueda entrar y salir más cómodamente, la gente se mira a la cara, nadie se da la espalda...", describe.

El servicio de la publicidad es otro de los más solicitados, especialmente por compañías y empresas. "Colocamos el nombre en los laterales y en los frontales de la limusina, y se pasea por todo Bilbao", explica Juanma. "A veces montamos un stand con azafatas y la limusina aparcada. Es imposible no fijarte, es una publicidad muy eficaz", asegura Iván.

El perfil tipo del cliente suele ser el de personas de entre 20 y 35 años, por lo general de la villa, que quiere celebrar su despedida o su boda de forma especial. Las rutas suelen recorrer el centro de Bilbao, este es el punto más elegido por el usuario para darse un paseo lleno de glamour y fantasía.