Andrea Donati, impulsor de "tardeos" en Bilbao: "Antes el poder era de las discotecas; ahora contamos con una comunidad fiel”
Entre la duda de quedarse en casa y la tentación de empezar el curso por todo lo alto, el público bilbaino vuelve a debatirse cada Nochevieja
Entre quienes mejor conocen ese pulso está el trío formado por Andrea Donati, Carlos Aguiriano e Ibon Costela. Los tres bilbainos comenzaron su andadura emprendedora hace ahora una década, precisamente organizando una fiesta de Nochevieja. Este año, su sello Countdown propone dos fiestas para dar la bienvenida al 2026.
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El Mercado de la Ribera para empezar el año
Uno de los escenarios elegidos es el histórico Mercado de la Ribera, el emblemático lugar donde estos jóvenes comenzaron a impulsar el concepto de tardeo y el formato prediscoteca en la villa, reasignando un lugar patrimonial para el ocio nocturno. Desde las dos de la madrugada del 1 de enero, el espacio acogerá una fiesta pensada para mayores de 25 años, con música reguetón, pop y una etiqueta casual. Por 35 euros, la entrada incluye guardarropa y una copa o dos cervezas. “Empecemos el año rodeados de nuestro público de siempre”, reza el cartel del evento.
Da Vinci con desayuno
La segunda propuesta se sitúa en la discoteca Da Vinci, a pocos metros de la Alameda de Mazarredo. Allí la música sonará hasta las ocho de la mañana en un ambiente enérgico, custodiado por dos DJs y con un pequeño desayuno como detalle final. “Dedicamos mucho tiempo a pensar los conceptos, las líneas temáticas, a filtrar el público”, explica Andrea Donati, consciente de que el éxito ya no se mide solo en aforos completos, sino en la calidad de la experiencia.
Delineantes del mapa del ocio bilbaino
Countdown se ha convertido así en uno de los delineantes del mapa del ocio bilbaino. Su propuesta se basa en segmentar por edades, estilos y momentos vitales. “Cada vez vemos cómo el público busca alternativas que le permitan salir de la rutina”, señalan desde la promotora, que trabaja con sus propias marcas festivas como Mambo, dirigida a personas de entre 25 y treinta y pocos años, o Limbo, pensada para quienes rondan la treintena larga y la cuarentena. La exclusividad de sus encuentros se ha convertido en una de sus claves.
Del 'afterwork' a la Nochevieja
Paradójicamente, Nochevieja ya no es para ellos una fecha estratégica central. “Lo importante es tener la oferta más interesante posible durante todo el año. Antes el poder era de las discotecas; ahora contamos con una comunidad fiel”, explican. De ahí que su agenda incluya fiestas tras comidas y cenas de empresa y citas regulares como Ama 94, un local con un año de vida que aspira a consolidarse como referencia del afterwork en la ciudad.
"Otra manera de salir"
El trío reconoce, además, las limitaciones estructurales de la noche bilbaina: la oferta en exteriores se concentra en Campuzano, Ledesma y Diputación. “Estudié en Madrid y allí vi que otra manera de salir y socializar es posible”, apunta Donati, que reivindica un ocio más diurno y adaptado a públicos que ya no se reconocen en la discoteca tradicional.
Ese cambio generacional también se percibe en la manera de entender la música y los formatos. Aunque la promotora ha protagonizado gestas como llenar el BEC o las multitudinarias fiestas de Halloween en el Euskalduna, ahora el objetivo es otro. “No queremos eventos tan masificados; nos vale con ofrecer a nuestro público lo mejor”, afirman a pocos días de que el reguetón antiguo y techno house suenen muy alto en sus salas.
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