Fue la primera plataforma de comercio urbano constituida en el Estado. Corría el año 2000 y Bilbao ponía así una pica en ese siempre complejo y dinámico sector. Pero es que cuatro décadas antes, los apellidos Foraster y Gardeazabal ya hacían lo propio a una escala menor en el Casco Viejo. Así que las historias y susedidos que atesoran comerciantes y empresarios del botxo son innumerables. Para ninguno ha sido un camino de rosas. Hay a quien le tocó vivir momentos más dulces, pero siempre con los pies en la tierra. Otros, por contra, tuvieron que encajar los golpes de la realidad y algunos incluso se vieron “ninguneados” por la firma de turno de algún cargo público, como ha dicho sin tapujos Juan Carlos Ercoreca, quien fuera presidente de bilbaoDendak entre 2012 y 2016.
Quizás por eso sus palabras han destilado acritud y franqueza al mismo tiempo. Fifty-fifty, que se diría en una transacción. “Sentimientos encontrados”, ha telegrafiado mientras ha recordado algunos de los encontronazos que tuvo durante su etapa al frente de esta asociación con sectores del Ayuntamiento. Las leyes, normativas y ordenanzas no ayudaban, ha agregado al tiempo que ha entonado un contundente: “el gran problema del comercio de Bilbao es que nunca hemos hecho una huelga”. Una aseveración que no ha dejado indiferente al resto de los presentes en la mesa, todos expresidentes.
Por eso mismo cuando ha sido preguntado por el futuro del sector ha sido prudente y se ha limitado a decir un “virgencita, virgencita que me quede como estoy”. Los nubarrones, en todas las tonalidades de gris, nunca acaban de desaparecer por completo de una actividad comercial y empresarial tan sujeta a los hábitos sociales y genera más de 10% del Producto Interior Bruto (PIB) de Bilbao. La villa tiene empadronados más de 8.300 establecimientos de los que unos 4.000 son comercios, 2.500 locales de hostelería y el resto “empresas de servicios vinculadas al sector”.
El comercio local, protagonista
Los ciclos negativos no se ciñeron exclusivamente a su etapa. A otros de sus homólogos les tocó vivir experiencias negativas de otra índole. Arantza Matías y Javier López se comieron la crisis de 2008; Rafa Gardeazabal la pandemia, y Toño Foraster el despegue del comercio electrónico y las redes sociales. Los presagios de todos ellos han sido más positivos, en el mismo tono que el empleado por Ricardo Barkala, en el cargo entre 2002 y 2003, y que ha hablado de espacios de oportunidades en Zorrotzaurre y Miribilla o de su deseo para que el comercio “recupere el protagonismo que tuvo”.
Formación y oportunidades. Desde bilbaoDendak califican de “esencial” apostar la innovación, la formación continua y “la incorporación de herramientas de gestión más eficientes, aprovechando la digitalización y la IA como aliada”. El comercio local debe adaptarse a las nuevas demandas de la sociedad. La sostenibilidad, la proximidad, la ética empresarial o la personalización del servicio son claves, según bilbaoDendak para crecer y fidelizar al cliente.
En esa línea se ha expresado Arantza Matías cuando ha dicho que “ojalá el comercio local recupere ese peso social que tenía cuando yo empecé”. Y en esa tónica han hablado también Toño Foraster al compartir su anhelo: “Ojalá que mi ciudad sea internacional y seamos creativos. El enemigo está en el aire”, ha rematado en referencia a los market places. Javi López no se ha quedado atrás y ha lanzado su antojo: “Que nuestra ciudad vuelva a dar oportunidades a la gente joven”...