Han resistido a muchos fines del mundo. Ni las crisis ni la pandemia pudieron con ellos; como tampoco lo han hecho la llegada de Internet, el low cost y las grandes superficies. El tejido comercial de Bilbao luce con orgullo todas esas medallas al mérito civil. Ha sabido adaptarse a las circunstancias y los escenarios adversos de cada época y ha vencido y convencido a la población, que cada día sigue abriendo las puertas de miles de establecimientos dispersos por el callejero del botxo.

La asociación bilbaoDendak tiene mucho que ver con el éxito en esa larga travesía: 25 años ya, una efeméride que la plataforma asociativa celebrará por todo lo alto el 2 de diciembre en la Sala BBK pero que, más allá de lo puramente festivo, supondrá un antes y un después en la biografía de esta comunidad híbrida dedicada a la promoción de la actividad comercial y turística de la villa desde aquel entonces.

Su esfuerzo de transformación ha sido sideral. Y en ello siguen. Así lo han dejado entrever su actual presidente, Rafa Gardeazabal, y su director gerente, Jon Andoni Zarate, durante un evento en el que han repasado algunos de los muchos hitos históricos vividos a lo largo de este cuarto de siglo. A su entender, es imprescindible dar el salto a otro tipo de modelo asociativo que responda a otras necesidades, respetando eso sí la esencia del actual, -“caduco” dijo Zarate- y reconociendo sus logros. No en vano, su germen localista hay que buscarlo en la década de los años 60 del siglo pasado y ha cumplido con creces muchos objetivos.

¿Festivos? ¿Grandes cadenas?

Quién sabe si en esa actualización del sistema se apostará por la apertura en festivos como ha defendido Toño Foraster, por ejemplo- y por la integración en su estructura de esos gigantes que operan desde hace años en Bilbao. Algunos como Zara (Inditex) ya estuvieron en la Asociación del Casco Viejo. Pero eso fue hace ya un tiempo.... Gardeazabal ha animado a hacer “una reflexión” sobre este asunto que supondría acercar a esos dos mundos que hasta le fecha se han dado la espalda. “Nos gustará más, menos o nada, pero su actividad es legal…”, ha apostillado el alma de Derby. Unas palabras a las que Jon Andoni Zarate ha querido añadir que “en bilbaoDendak no se cierra la puerta a nadie”, al tiempo que ha recordado los nombres y apellidos de centros comerciales y plazas de abasto existentes en la capital que sí forman parte de la asociación.

Un grupo de mujeres pasa por delante de un escaparate en una zona peatonal. Pankra Nieto

Esa revisitación del modelo asociativo puede que no suponga una metamorfosis total del mismo; no al menos de cara al público en general, pero sí que significaría dotar a esta plataforma de un mayor peso específico en futuros procesos de diálogo y debate con Ayuntamiento, Diputación y Gobierno vasco, agentes primordiales para la promoción de la actividad económica y turística en los distritos de la villa. Porque sí, los tentáculos de bilbaoDendak abrazan ya “a las 13 estructuras zonales asociativas” del botxo. La otra pieza clave que ayudará a la definición de ese nuevo modelo comercial urbano y participativo es y serán las personas que compran en su barrio o en la tienda de al lado.

Esto es algo grabado a fuego en las cuentas de resultados de todos y cada uno de los establecimientos integrados en esta plataforma y que se cuentan por miles. Aquella fuga de gasto detectada allá por el año 2000 tras la apertura de las primeras grandes superficies no se olvida. Afortunadamente para los intereses del sector comercial local ese panorama se revirtió sobre el 2010, cuando las grandes operadoras optaron por abandonar la periferia y regresar al centro porque coger el coche particular para hacer compras ya no estaba entre los hábitos de consumo. “La decisión final es del consumidor. Depende de dónde compren tendrán una ciudad u otra”, ha subrayado Gardeazabal.

Convivir en una ciudad moderna y dinámica

De hecho, cada vez que el botxo ha mudado su piel ha estado acompañada por un tejido asociativo comercial urbano dispar. Desde su nacimiento, un 12 de diciembre del año 2000, bilbaoDendak “ha actuado como espacio de planificación, coordinación e innovación impulsando un modelo de comercio capaz de convivir con nuevas formas de distribución, adaptarse a las tendencias de consumo y responder con éxito a las demandas de una ciudadanía cada vez más digital, diversa y exigente”, ha declarado Zarate.

El director gerente también ha puesto en valor el papel activo de esta plataforma que colabora con las administraciones públicas en la definición e implantación de medidas y normativas de carácter urbanístico, ambiental, social, económico y turístico que favorezcan un desarrollo equilibrado y sostenible de la ciudad. “Así, ha contribuido a la revitalización y mejora de los espacios urbanos, reforzando el atractivo de Bilbao como ciudad moderna y dinámica”, ha resumido.

Viandantes en una zona comercial de Bilbao. Pankra Nieto

Con todo, “resulta fundamental la necesidad de avanzar hacia un nuevo modelo asociativo, tal y como se está implantando en toda Europa y en algunas ciudades del Estado, un modelo que se basa en la colaboración público-privada orientado a la revitalización urbana y económica de cada zona comercial de la villa”, han insistido desde bilbaoDendak, siempre atentos a todo cuanto ocurre en el mundo en materia de actividad comercial y empresarial para analizar si su aplicación en el microcosmos bilbaino es posible.

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Creatividad y calidad

Arantza Matías, quien fuera presidenta de esta asociación entre 2007 y 2008, ha aportado en este sentido un concepto poco usado en el botxo pero que, a su juicio, debería estar en boca de todos: “comercio independiente”. Un término anglosajón para referirse a esas tiendas desmarcadas de las grandes cadenas y fuera del circuito de las franquicias que apuestan por lo local, la especialización y escuchar a la persona compradora. El mismo Gardeazabal, como empresario y presidente de bilbaoDendak, ha entonado un mea culpa colectivo al reconocer que “nos dedicamos poco al consumidor”. Un punto débil identificado y que espera poder ser corregido en el futuro con más creatividad y calidad, y aprovechándose de la cara más amable de Internet y de las redes sociales.