Algunos de los acontecimientos de la última Aste Nagusia, y las declaraciones posteriores del alcalde Juan Mari Aburto, ya lo dejaban intuir. La seguridad es el “gran reto” de la ciudad. “Y ya es nuestra mayor preocupación”, ha admitido el primer edil este lunes durante el pleno del estado de la villa de Bilbao, en el que ha destacado también la vivienda, el turismo, la inmigración y el aparcamiento entre los desafíos que más “ocupan y preocupan” al equipo de gobierno formado por el PNV y el PSE. Durante su intervención, en la que ha repasado algunos de los hitos de estos dos últimos años de mandato y su década al frente del Ayuntamiento, ha destacado que las 4.115 detenciones llevadas a cabo el año pasado por la Policía Municipal y la Ertzaintza son “una clara muestra de lucha contra la inseguridad en nuestra ciudad”.

En ese sentido, Aburto ha revelado su deseo de que “Bilbao sea una ciudad más segura”, por lo que van a poner “todo” su “empeño”. “No vamos a parar de perseguir a los delincuentes, identificarles, detenerles, ponerles delante de la justicia y que paguen por lo que han hecho”, ha destacado el alcalde, quien ha apuntado que “la Policía Municipal actuará siempre con la autoridad que le compete y de la que nos hemos dotado”. En esa línea, ha apuntado que es posible que a esta gestión no le favorezca la percepción de la seguridad, “agudizada por el mal uso de las redes sociales” con sucesos que intranquilizan a la sociedad y esa moda que llaman “periodismo ciudadano”. No obstante, ha destacado que su compromiso está en la prevención, actuación, detención, juicio y condena: “Que ningún delito se quede sin condena”.

En lo que respecta a la vivienda, Aburto ha recordado que como ya se avanzó el pasado 4 de septiembre, Bilbao ha sido declarada zona de mercado residencial tensionada, lo que permitirá intervenir en el mercado. “El Gobierno Vasco se ha comprometido a empezar o a entregar en Bilbao unas 1.300 de las 7.000 viviendas previstas para esta legislatura”, ha aseverado el alcalde sobre los pisos que se sumarán a la oferta pública municipal. “Anualmente tenemos planes de nuevas viviendas y ayudas para el alquiler y para los colectivos vulnerables, así como fomentamos el movilizar en el mercado las viviendas vacías”, ha destacado el alcalde, quien ha apuntado que es la juventud el colectivo al que más hay que ayudar.

CONTRA "BILBAO, PARA LOS BILBAINOS"

En cuanto a la corriente de turismofobia que cada vez se percibe más en la calles, Aburto ha apelado a la coherencia. “¿Es turista malo el que viene y es turista bueno el que va?”, ha preguntado de forma retórica antes de solicitar a los ciudadanos que no sean hipócritas porque “el turismo por sí mismo tiene pegas, de acuerdo, pero también tiene sus ventajas, y muchas”. En ese sentido, ha afirmado que continúan trabajando para que el turismo que llega “sea de calidad y sostenible”, sin necesidad de competir con ciudades como “Venecia, Barcelona o Paris”. “Preferimos menos y bueno, que un turismo masivo y sin respeto social”, ha indicado antes de señalar que algunos discursos que se escuchan en la calle recuerdan al “América para los americanos’ que decía alguno”.

En esa línea, ha apuntado que “Bilbao, para los bilbainos” se suele emplear “para echar inmigrantes, homosexuales, turistas, a las personas diferentes…”. “No es nuestro estilo”, ha subrayado el alcalde, quien ha instado a no ver “la inmigración como un problema” ni a acusar “en general a las posibles conductas reprochables de algunos”. Asimismo, ha enfatizado que “los retos de la natalidad y el envejecimiento de la población” harán que haya que “contar con muchas de las personas que ya están en nuestros hogares y en los servicios”. Y para enfrentarse a esa reto, ha considerado, “el pueblo elige quién quiere que le gobierne”: “Si quiere a Trump en Bilbao, a Vox o a la derecha más ultra… o si quiere a los que defendemos principios democráticos y humanistas”.

Por último, en cuanto a los principales retos de la ciudad, Aburto ha recalcado su “apuesta firme por el comercio local, de barrio”. En esa línea, ha afirmado que su pervivencia depende, en gran medida, de la actitud de los ciudadanos. Asimismo, el primer edil ha indicado que Bilbao se está adecuando “para ser un ejemplo de movilidad peatonal y ciclista, con un uso racional del vehículo privado”. De esa manera, ha considerado que a pesar de haber una demanda creciente de la OTA, los bilbainos deben seguir apostando por transportes sostenibles. “Aún así, seguimos mejorando los parkings públicos, como el del Ensanche y buscamos soluciones posibles para el problema del aparcamiento en algunos barrios”, ha garantizado.