Todo festival tiene una carta de presentación, un lema o una imagen que lo presenta y representa y, llegado el caso, lo da a conocer dentro y fuera de las fronteras de su universo artístico. En el caso de Zinegoak -que este año cumplirá en Bilbao su vigesimosegunda edición- la imagen que vale esas mil palabras lleva la firma de Natalia Lisinicchi. La propia artista ha traducido en forma de sugerencia las figuras y colores de su obra: “otras formas de amar son posibles”.

La ilustradora reivindica la conveniencia e incluso necesidad de revisitar y reprensar estructuras como la crianza y la comunidad -entre otras muchas- para abordar desde otra perspectiva más integral la vida en general. “Tal vez tengamos que tejer nuevos árboles familiares donde no solo figuren las personas con parentesco sanguíneo, sino también aquellas que quisimos y que nos quisieron”, ha expresado Lisinicchi.

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La artista Natalia Lisinicchia hizo una réplica de su cartel a comienzos del mes de junio en la persiana del festival Zinegoak en Bilbao..zip

El cartel es un claro ejemplo de su estilo, muy influenciado por la serigrafía, “con masas sólidas, colores planos y una fuerte síntesis de las formas. Estoy muy contenta con el resultado y con la paleta de colores elegida. Siento que este proyecto me ha hecho madurar como artista en cuanto al lenguaje, y desde aquí nacerá una nueva colección donde la diversidad étnica esté más presente de forma consciente”, ha declarado.

"Enamorada del País Vasco"

Lisinicchia no ocultó su ilusión por haber sido elegida para ambientar Zinegoak 2025: “En primer lugar, por el hecho de ser queer y poder participar en un festival de cine queer. También, como artista, es mágico cuando alguien contrata tus servicios y solo busca que seas tú misma. Y por último, estoy enamorada del País Vasco y admiro mucho todo lo que dedicáis al arte y a la cultura”, ha manifestado durante su reciente visita a Bilbao.

Eso ocurrió durante la primera semana de junio. Fue entonces cuando la artista se dedicó en cuerpo y alma a replicar su cartel en un soporte distinto: la persiana del local de Zinegoak en la calle Dos de Mayo. Fueron tres intensas jornadas en las que Lisinicchia dejó su firma sobre el mural que viste ese espacio.