Librería Cámara, 104 años pasando páginas en Bilbao
Javier Cámara, actual propietario de la librería más antigua de la capital vizcaina, mantiene vivo el negocio de toda la vida que está ubicado en la calle Euskalduna
Ante los problemas que van surgiendo a lo largo de la vida es importante saber afrontarlos y saber pasar página. Esta labor la hacen muy buen en la librería más antigua de Bilbao, la Librería Cámara.
Relacionadas
Cada día, los miles de clientes que tienen no paran de pasar página leyendo los libros que están en las estanterías. Es un lugar tradicional de los que ya no abundan, que continúa seleccionando con cuidado, independencia y mimo cada uno de los libros que tienen a la venta.
Los inicios se remontan al año 1921, cuando el hermano del abuelo de la actual generación fundó la librería. A lo largo de su historia han tenido libros pero reconocen que los orígenes están muy apegados al mundo de la prensa. Vendían periódicos y revistas. No obstante, con el paso del tiempo el libro fue cogiendo gran fuerza.
La paragüería de Bilbao que lleva 92 años mimando a sus clientes
En parte, también hacía la función de un pequeño punto de distribución. De hecho, un motivo por el que la librería se ubicó en la calle Cortes es porque esos periódicos y revistas llegaban a través del tren y el local se encontraba muy cerca de la parada de mercancías.
La generación que actualmente está al frente del negocio, compuesta por Javier Cámara, recuerda ir con su aita a la estación de tren y meterse en el vagón del tren para recoger los paquetes que estaban pedidos para la librería.
Al viajar en tren, los paquetes llegaban a Bilbao completamente desordenados. Por ello, tal y como recuerda la actual generación había que buscar entre los paquetes que llegaban aquellos en los que pusiese el nombre de la librería.
Nueva ubicación
Años más tarde de su inauguración optaron por cambiar de ubicación. Esto se debe a que la prensa empezó a llegar por Correos y es en ese momento cuando se trasladan a la calle Euskalduna número 6, lugar en el que siguen instalados a día de hoy.
Pastelería Larralde, 115 años entre bilbainitos
La generación actual entró a trabajar rodeado de muchas personas de su familia y lo hizo siempre que tenía vacaciones, ya sea verano, navidades, etcétera. No obstante, Javier Cámara no recuerda cómo fueron las inundaciones de Bilbao porque era muy joven.
Con el paso de los años, según se fue haciendo adulto, fue ayudando cada vez más hasta que cogió las riendas de la librería después del fallecimiento de su padre en 2004. El propio Javier define sus inicios como una persona que tiraba hacia delante, con sus fallos y sus aciertos.
Crisis del 2008
Durante toda su trayectoria, la Librería Cámara se ha caracterizado por apostar por las editoriales independientes y la literatura más provocadora, teniendo siempre en mente el gusto de sus clientes y de los amantes de las letras.
En esta dirección, a diario realizan un esfuerzo por repensar su oficio, por buscar colaboraciones y por promocionar la literatura y la cultura.
La crisis del 2008 afectó a muchas librerías. La más antigua de la capital vizcaina no se libró pero Javier optó por mantener el local abierto. Algo totalmente contrario sucedió con la llegada del coronavirus. Una pandemia en la que, mientras muchos comercios se resentían por la falta de clientes, las librerías aumentaron sus ventas ya que el número de lectores fue en aumento de manera exponencial.
Sombreros Gorostiaga, 167 años vistiéndonos por la cabeza en Bilbao
A lo largo de tantos años, las anécdotas han sido muchas. Desde que Javier Cámara conoce la librería, el sentido del humor irónico siempre la ha impregnado, desde la gente que está trabajando hasta los propios clientes.
Recuerda cuando fue el cambio de pesetas a euros, en los que había libros que el precio al cambio era de 89 céntimos. Por lo que, sin saber lo que poner, le preguntaba a su padre cuál era el precio que tenía que poner. No fue el único libro con el que le sucedió.
Es un recuerdo que ha guardado, guarda y lo seguirá guardando durante toda su vida. La próxima generación de la Librería Cámara está en el aire. Javier Cámara confiesa que no tiene hijos y que, por el momento, no está nada claro qué pasará con la librería. Apostilla que sus sobrinas tienen la puerta abierta a quedarse con el negocio, pero la decisión dependerá de ellas.