La Navidad no comienza en el escaparate, sino mucho antes, entre palés, pedidos y estanterías que deben estar listas a tiempo. En Bizkaia, la logística de los juguetes se convierte en un reto constante durante diciembre, donde cada movimiento requiere planificación y precisión para que los regalos lleguen puntuales a los hogares.

30% de ventas son online

“El volumen de trabajo se multiplica y sin planificación sería imposible cumplir con las expectativas”, señala Patxi González, jefe de juguetería de El Corte Inglés en la urbe. Cada día, decenas de palés –hasta 25– llegan y al siguiente repiten más camiones. A esto se suma que cerca del 30% de las ventas se realizan online, pero se gestionan en Bilbao; lo que obliga a coordinar inventario, preparar pedidos y supervisar cada entrega con cuidado.

Sin parar. Cada día se reciben entre 20 y 25 palés de juguetería en grandes almacenes como El Corte Inglés. Al día siguiente, se repite un volumen similar, sumando más de 400 palés a lo largo del mes en los locales más grandes. 

Ventas en línea. Cerca del 30% de las ventas navideñas corresponde a pedidos online, gestionados con control de inventario y preparación diaria. 

Barreras

Gestión del espacio. Los juguetes voluminosos requieren planificación adicional y espacio extra en almacén. Los artículos pequeños permiten mayor rotación. 

Fechas clave. La campaña empieza semanas antes de diciembre, con pedidos anticipados y refuerzos de plantilla que incluyen ampliación de horarios y reorganización de estanterías para asegurar que los juguetes lleguen a tiempo a los hogares de Bizkaia.

El tamaño del producto también marca la estrategia. Los juguetes voluminosos requieren espacio extra y más tiempo para su manipulación, mientras que los artículos pequeños permiten una rotación más rápida. Cada error puede traducirse en estanterías vacías o retrasos en la entrega, algo que ninguna familia quiere en plena campaña navideña.

El juguete, la prioridad

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“La gente quiere asegurarse de que el juguete llegue a tiempo”, explica Vicky Vallejo, empleada de Toy Planet en Indautxu, donde los días laborables resultan casi tan intensos como los fines de semana. La coordinación del equipo y la rapidez en la gestión de pedidos se convierten en factores tan importantes como elegir los productos que acaban en las cartas al Olentzero.

Cuando todo funciona, la logística permanece invisible, pero sostiene un universo de ilusión que, de otro modo, sería imposible. Cada muñeco que llega puntual no solo cumple un deseo: confirma que detrás de la magia navideña hay un entramado silencioso de trabajo.