El cambio de horario de esta madrugada marca la frontera entre el invierno y el verano, aunque la primavera empezó técnicamente el pasado 20 de marzo. La jornada de este sábado todos los ingredientes típicos de esta época del año. Temperaturas bajas, sol y las principales vías de las ciudades llenas, sobre todo las más comerciales, ante la ausencia de lluvia. Con el adelanto de una hora los días se alargarán más, lo que unido a la cercanía de la Semana Santa invita a volver a hacer vida fuera de casa tras los meses en los que la noche marcaba el ritmo vital. La próxima semana acompañará y no se prevén lluvias.