El Ayuntamiento de Bilbao ha decidido suspender "catutelarmente" las nuevas licencias a pisos turísticos y habitaciones de viviendas particulares para su uso turístico en "todo el término municipal de Bilbao". De esa manera, el Consistorio dejará de emitir "por el plazo máximo de un año" los informes de conformidad para la implantación de esta actividad económica, un trámite necesario para que posteriormente los propietarios puedan inscribirse en el REATE (Registro de Empresas y Actividades Turísticas de Euskadi). Con esta suspensión, el Ayuntamiento pretende iniciar un periodo de reflexión para analizar la propagación de este tipo de viviendas que ya alcanzan 1.076, en el caso de las viviendas turísticas, y 291, en el caso de las habitaciones de viviendas particulares para su uso turísticos, en la ciudad.

Durante este año de suspensión, según se anuncia en el Boletín Oficial de Bizkaia y ya se adelantó en el pleno municipal del pasado mayo, el área de Planificación Urbana abordará la formulación de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Bilbao en relación a los alojamientos turísticos y viviendas colectivas, junto con el programa de Participación Ciudadana. Actualmente, Bilbao ya cuenta con una limitación a esta actividad desde 2017. De hecho, en la capital vizcaina solo está permitido el establecimiento de viviendas turísticas en la primera planta de los edificios residenciales o en las plantas inmediatamente inferiores a las destinadas a viviendas. Esa restricción es aún mayor en el Casco Viejo y el Bilbao La Vieja, donde solo se permite un uso turístico por edificio.

El Consistorio bilbaino, mediante la contratación de la asistencia técnica para modificar el PGOU, analizará la situación real de la ciudad, por barrios, para dirimir si es necesario ser más restrictivo en algunos distritos para promover el equilibrio la convivencia de los vecinos del barrio y la actividad económica. Por de pronto, vecinos de zonas como el Casco Viejo ya se han movilizado elevando una propuesta al pleno municipal de mayo para solicitar una moratoria a la implantación de pisos turísticos en el barrio. En cuanto a las medidas concretas, el alcalde Juan Mari Aburto comunicó a mediados de agosto que uno de los objetivos en los que están trabajando es que las habitaciones turísticas cuenten con las mismas restricciones que las viviendas.

EN OTRAS CIUDADES

Con esta nueva medida el Ayuntamiento de Bilbao sigue la senda de otros consistorios como el de Donostia, donde esta moratoria para las licencias, que además se extiende a los hoteles, se impuso en septiembre de 2023. De hecho, este pasado mes de octubre, el alcalde Eneko Goia, anunció que no se otorgarán más licencias para pisos turísticos en edificios residenciales. El Ayuntamiento de Barcelona ha ido más allá al anunciar su intención de que los 10.000 pisos turísticos que existen actualmente en la ciudad condal vuelvan al mercado de alquiler o de compra para noviembre de 2028. Para ello, no renovarán las licencias de uso turístico.

Por otro lado, no es la primera vez que el Ayuntamiento de Bilbao impone una suspensión de licencias a una actividad económica. En 2015 se acordó esta misma paralización para la hostelería durante un año en el ámbito territorial ordenado por el Plan Especial de Rehabilitación del Casco Viejo, mientras se redactaba y tramitaba la modificación de éste. El objetivo en dicha ocasión fue promover una "búsqueda de un mayor equilibrio en la implantación de nuevas actividades económicas en la zona y para favorecer una mejor convivencia de usos, combinando los valores culturales, comerciales, residenciales y turísticos del barrio".