Hace más de quince años que Bilbao colocó las primeras cámaras de videovigilancia en San Francisco y, a juzgar por el apoyo que brinda a la Policía Municipal a la hora de perseguir hechos delictivos, la invasión de la privacidad de los ciudadanos justifica su implantación. De hecho, el Ayuntamiento de Bilbao destinará en 2025 una partida específica para la instalación de cámaras de videovigilancia en el Casco Viejo, una zona que concentra un alto volumen de hechos delictivos, por valor de 235.000 euros. Asimismo, el área de Seguridad, que contará con un presupuesto de 98.806.400 euros –8.859.400 euros descontando el gasto que supone el salario de la plantilla–, destinará 13.628.000 euros, a lo largo de los próximos tres años, al nuevo Parque de Bomberos en Sarriko.
Según ha detallado Amaia Arregi, concejala de Seguridad, “el trabajo de la policía es dinámico”, por lo que es necesario analizar la evolución de los hechos delictivos a lo largo del tiempo. En ese sentido, durante la presentación de las cuentas del área que dirige, la edil ha asegurado que en algunos espacios en los que había cámaras no estaba justificada su presencia en relación a los delitos que se cometían. Es el caso de Ollerías, una zona en la que se colocaron seis cámaras en 2016, cuando era un punto de inseguridad, y en la actualidad apenas se registran incidentes. “Hay cámaras que han sido retiradas para llevarlas a espacios en los que hay delitos, lo que no quiere decir que haya habido un aumento”, ha aclarado la concejala.
CÁMARAS DE SEGURIDAD, POR PRIMERA VEZ
En ese sentido, ha puntualizado que donde más delitos se registran en Bilbao es en Abando, “porque es donde más hostelería se concentra y donde más ocio nocturno hay”. A pesar de ello, ha recordado que en el Casco Viejo “hay muchos turistas y hay también ocio nocturno”, por lo que tener la zona vigilada con cámaras podría facilitar el trabajo de los agentes locales. Aunque el barrio histórico de la ciudad cuenta con algunas cámaras de negocios privados o con cámaras del área de Movilidad –con las que se controla el acceso de los vehículos–, será la primera vez que se instalen cámaras de seguridad municipales.
En palabras de Amaia Arregi, actualmente están pendientes de hacer los trámites que permitan la instalación de cámaras en el Gobierno vasco, donde debe llevarse a cabo a instancias del alcalde del municipio correspondiente. Por de pronto, desde Seguridad no han concretado cuántas se instalarán. “Dependerá de la empresa que se presente, pero nos interesa que la calidad sea buena”, ha expuesto, en relación a la licitación, Amaia Arregi, quien ha apuntado que las cámaras instaladas en San Francisco son “de muy buena calidad”. En lo que respecta a los puntos de inseguridad del Casco Viejo, la edil ha reconocido que las escaleras –en el Casco Viejo hay varias, entre ellas las de Calzadas de Mallona– son peatonales, por lo que “requieren muchos recursos humanos para a veces no ser todo lo efectivos que nos gustaría”.
PARQUE DE BOMBEROS DE SARRIKO
En la misma comparecencia, Amaia Arregi ha confirmado el emplazamiento del nuevo Parque de Bomberos en un solar, junto a la ría, en la parte baja de Sarriko. “Tiene una edificabilidad reducida como parque, pero necesita una playa importante para poder hacer maniobras dentro de su formación diaria”, ha expuesto la edil, quien ha insistido que, en esta ocasión, a diferencia de lo ocurrido en Miribilla, se ha podido trabajar con los propios bomberos en comisión para que expusieran sus necesidades. “Casi todas las peticiones, si no son todas, han sido aceptadas”, ha indicado.
En palabras de Arregi, el proyecto “está bastante avanzado”: actualmente se está redactando y se calcula que saldrá a licitación en los próximos meses. Para ello, en 2025 se reservan 100.000 euros de presupuesto que en 2026 serán 7.192.000€ euros y en 2027, 6.336.000 euros. Según ha aseverado la edil, la nueva instalación se justifica por el mal estado del actual parque de Deusto, “lleno de humedades”. Asimismo, ha apuntado que “es importante, pensando a futuro, que dé servicio a toda la zona de Zorrotzaurre”. En ese sentido, ha recordado que “Miribilla está en una punta de la ciudad” y hacía falta otro parque que diera servicio “en la otra punta”.
