Mikel Santiago ha sido el protagonista principal de la inauguración oficial de la Feria del Libro de Bilbao, que ya abrió ayer las puertas de sus 53 casetas bajo una llovizna que este mediodía ha respetado el acto institucional. En él, Juan Mari Aburto, alcalde de la villa, ha hecho entrega al escrito portugalujo del premio Atea-Laboral Kutxa Saria que tradicionalmente sirve de arranque para ese encuentro con la cultura en pleno paseo del Arenal, que se extenderá hasta el próximo 9 de junio.

Santiago, convertido en todo un fenómeno superventas gracias a su Trilogía de Illumbe, se presenta en esta feria con El Hijo Olvidado, otro thriller publicado el pasado mes de enero. Tras asegurar sentirse "genuinamente sorprendido" por el galardón, realizaba una encendida defensa de la lectura. Para ello ha partido de una anécdota que le sucedió durante una charla en un centro educativo. "Un chico me preguntó: ¿para qué sirve leer?", recordó. Y si bien reconoce "las ventajas de llevar la tecnología en el bolsillo", Santiago advertía del impacto negativo de las "distracciones que nos confinan" en los teléfonos móviles.

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Comienza la Feria del Libro de Bilbao: las imágenes de la inauguración José Mari Martínez

Entre esas consecuencias negativas, el escritor puso el acento en la caída del tiempo medio de lectura. "El primer asalto de esta batalla lo hemos perdido, pero hay que reaccionar y reconstruir el hábito de la lectura", señalaba. De las ventajas de leer subrayaba que "es un hábito sosegado, que ocurre a velocidad humana y nos hace profundizar y no quedarnos chapoteando en una superficie de párrafos cortos". Añadía el autor vizcaino que la lectura sirve "para divagar, entretener e imaginar" y le replicaba a aquel chaval de la charla que "hoy es el día de reaccionar entre todos: alumnos, padres, profesores...".

Juan Mari Aburto recogía el guante lanzado por Santiago y, parafraseando al filósofo Zygmunt Bauman lamentaba que "cada vez la lectura es más líquida, hay mucha gente que lee poco más de un tuit de pocas líneas. Necesitamos tiempo para reflexionar y no transitar tan rápido por el mundo en el que vivimos".

En cuanto al premio Atea -puerta en euskera-, el alcalde de la villa destacaba que "es muy simbólico, es esa imagen de la puerta por la que entran la cultura y los libros, que nos abre al conocimiento, una puerta abierta a un pensamiento más crítico y a ser mejores personas a través de la lectura". Por último, Aburto hacía un llamamiento a "comprar libros o a bajarlos de forma legal, porque esto hará que nuestros escritores siguen escribiendo y que librerías, editores, distribuidoras sigan existiendo y que la cultura siga siendo posible".