Bilbao, una ciudad “que está rediseñando la buena vida europea”

Amabilidad, habitabilidad y prosperidad. Estos son los tres parámetros que emplea Resonance Consultancy para determinar cuáles son las mejores ciudades europeas en las que vivir e invertir o que visitar. Así, se tienen en cuenta valores como las infraestructuras, los espacios verdes, la conectividad, la educación, la oferta cultural y de ocio, entre otros. Pero también otros factores como la calidad relativa del lugar, la reputación y la identidad competitiva de los centros urbanos, ámbitos que se miden a través de las reseñas de Tripadvisor, los resultados únicos de Google o los hashtags de Instagram. El informe compara el rendimiento general de más de 180 áreas metropolitanas con una población de 500.000 habitantes o más.

Así, los primeros puestos están ocupados por ciudades como Londres, París, Berlín, Roma, Madrid, Praga o Barcelona, grandes urbes que ostentan los puestos más altos en los indicadores para determinar las Mejores Ciudades de Europa. Además de las principales capitales europeas, otras ciudades de tamaño mediano como Munich (13), Edimburgo (29), Florencia (38) o Gotemburgo (44) figuran en la clasificación antes que Bilbao (53), que a su vez supera a otras como Venecia (57), Oporto (65), Burdeos (78) o Belfast (84). La capital vizcaina es la cuarta urbe estatal del ranking, por detrás de Valencia (46), pero por delante de Sevilla (76), Palma (80), Murcia (83), Zaragoza (91) o Málaga (97).

Las bondades de Bilbao

En la exposición que realiza de Bilbao –cuya población cifra en 1.049.000 habitantes por ser el área que abarca el metro– comienza situándolo en el “corazón” del País Vasco, en el norte del Estado español. El informe rememora cómo el año pasado se celebró el 25 aniversario de la inauguración del Guggenheim Bilbao, “el museo revestido de titanio diseñado por Frank Gehry que convirtió a la ciudad y a su arquitecto en iconos globales”. De hecho, destaca cómo la arquitectura de la famosa pinacoteca atrae a cientos de miles de visitantes al año. Y todo ello a pesar de ser, “orgullosamente”, uno de los centros urbanos más pequeños de Europa. “Bilbao se deleita bajo el manto de su propia relativa oscuridad y aislamiento, creando su propio magnetismo”, señalan en la clasificación.

También apuntan a la capital vizcaina como una de las ciudades más acogedoras de Europa. De hecho, la clasifican en el puesto 13 dentro del indicador conocido como Espacio Verde y en el puesto 23 en la subcategoría de Alquiler Promedio. “Bilbao está construyendo una ciudad natal accesible y resiliente que no tiene miedo a tomar riesgos”, afirman. Así, destacan que se trata de una ciudad que se sube “a las nuevas y atrevidas olas arquitectónicas”, como demuestran el Puente Zubizuri y el Aeropuerto de Bilbao de Santiago Calatrava, así como la remodelación de la antigua zona portuaria de Zaha Hadid.

Pero más allá de los aspectos por los que se ha prodigado ampliamente la ciudad en las últimas décadas, el estudio de Resonance Consultancy destaca que “está emergiendo como una sede empresarial discreta y asequible, con la undécima empresa más grande de la lista Global Fortune 500 en la ciudad, incluida la multinacional de servicios públicos Iberdrola y el gigante financiero BBVA”. Este indicador es el que mide el número de empresas con sede en una ciudad que figuran en la lista Global Fortune 500.

“El mundo está observando esta dinamo urbana”, aseguran en el informe en relación a que el año pasado fue sede del lanzamiento de la carrera ciclista Tour de Francia, “con un suave esplendor mientras el resto del sur de Europa se sofocaba”. El ranking subraya así la repercusión mediática que tuvo este evento internacional. De hecho, las instituciones vascas cifraron en 115,2 millones de euros el contravalor económico generado. Dicho de otra manera: para lograr la presencia obtenida en los medios durante la celebración del Grand Départ habría que haber invertido esa cantidad.