Medio millón de coches bajo el radar en Bilbao

Según explica a este periódico el jefe de la división de Seguridad Vial de la Policía Municipal de Bilbao, José Julio González Zamanillo, “el año pasado realizamos 1.300 controles de velocidad mientras que el anterior fueron 700”. Es decir, se ha pasado de 280.000 vehículos en 2021 a más de medio millón el pasado ejercicio.

Un aumento basado en la multiplicación de los controles que se efectúan cada día en múltiples puntos del callejero bilbaino para controlar que los conductores no sobrepasen el límite de velocidad que ha hecho a Bilbao famosa en el mundo.

Cada día el radar dinámico se instala en ocho puntos de la red urbana para controlar que se cumplen los 30 kilómetros por hora. Pablo Viñas

González Zamanillo explica que “en el servicio ordinario tenemos programados ocho controles diarios, cuatro por la mañana y cuatro por la tarde, y los llevamos a cabo siempre que no haya otras intervenciones como manifestaciones, partidos de fútbol o una carrera popular”. El radar se instala en un coche policial, el cual se va ubicando en diferentes arterias de Bilbao. “Se trata de ir variando las posiciones y testando como está la ciudad, no solo para hacer una prevención de seguridad vial en relación a la velocidad en las calles principales, si no también en aquellas más secundarias”, detalla el jefe policial.

Una política de control que en el primer trimestre del presente año ya ha realizado 364 controles. Además de esta labor diaria, la Policía Municipal de Bilbao, junto a otros cuerpos policiales locales, también participa en las campañas de control de la velocidad que lleva a cabo periódicamente la Ertzaintza en la red viaria general, como en la que se está inmerso esta semana y que al cabo del año suma otras siete planes de vigilancia.

González Zamanillo especifica que “la idea es controlar más vehículos que el año pasado pero que tramitemos menos denuncias porque eso significa que la gente esta cumpliendo la normativa”.

Sanciones impuestas

Por eso el objetivo es bajar de las 14.911 sanciones que impusieron el pasado año por exceso de velocidad en la villa, una cantidad que según el responsable policial “es ínfimo teniendo en cuenta la cantidad de vehículos que circulan a diario por la ciudad”. También apunta que “por eso no trabajamos con el concepto cuantitativo de número absoluto de denuncias. Eso nos dice nada. Si el objetivo es la prevención me da igual que se pongan 100 que 200 denuncias, lo importante es más control y menos sanciones”.

Destaca el dato de que los dos radares fijos ubicados en Txurdinaga suman más de la mitad de las multas impuestas por la Policía Municipal el año pasado, un total de 7.757 sanciones, mientras que en el cinemómetro fijo de la Alameda de Rekalde son escasas y el resto son infracciones registradas por los radares móviles y dinámicos.

Con todo este escenario de vigilancia, que desde la Policía Municipal tienen planeado mantener los próximos años, se pretende calmar el tráfico viario para evitar atropellos mortales y accidentes graves además de rebajar la contaminación ambiental y acústica.

El jefe de división de Seguridad vial asegura que, de momento, en los dos años que lleva impuesta la norma de 30 kilómetros por hora, han podido comprobar que “el 97% del trafico ya ha bajado la velocidad por debajo de los 50 kilómetros por hora, algo que nos anima a continuar”. Desde el Ayuntamiento son conscientes que conseguir un tráfico por debajo de la normativa no iba a ocurrir de un año para otro. Gónzalez Zamanillo concluye que “son cambios culturales muy importantes en la conducción y tienen que calar poco a poco como el sirimiri para garantizar la seguridad del ciudadano”.