La Hermandad de Cofradías ya lo viene anunciando desde hace tiempo. Que la belleza expresiva de la talla firmado por Jesús Cepeda es excepcional, que es más que recomendable echar una mañana en el Casco Viejo para contemplar la grandiosidad de la obra y que la Bilbao es foco de atención para otras comunidades y cofradías procesionales, que miran con respeto y admiración a todo cuanto se hace durante Semana Santa.
Tanto es así que uno de los pasos de la Hermandad ha sido el más votado en una web especializada en arte religioso. Y eso que todavía no ha salido a procesionar. Lo iba a haber hecho el año pasado, pero un problema de ajuste en la estructura lo dejó en tierra. Este domingo sí que lo hará (13.00 horas) por varios lugares del botxo: desde la catedral de Santiago, por Bidebarrieta, Víctor, Sombrerería, La Cruz, Tendería y Carrera de Santiago junto a los pasos de ‘Santa María Magdalena’ y ‘Nuestra Señora de la Soledad’ durante la Procesión de Gloria que cierra la Semana Santa bilbaina.
Será justo después de los oficios religiosos y de la bendición del obispo, Joseba Segura, en presencia del imaginero sevillano Jesús Cepeda autor del ‘Cristo Resucitado’, la escultura sacra preferida con un 17,6% de los votos de los internautas del portal La Hornacina, especializada en el mundo del arte religioso, entre las 60 imágenes presentadas en el mismo a lo largo del pasado 2022.
En la ejecución de esta figura, el artista hispalense ha empleado tres años. Es una escultura de tamaño superior al natural, con 3 metros de altura, tallada en madera de cedro real con policromía al óleo, rica en texturas y matices. Es una talla de estilo barroco, "plasmada en actitud ascendente sobre el gran sudario que la envuelve", según han detallado desde la Hermandad de Cofradías, para destacar que la imagen presenta rasgos judíos y "un gran estudio anatómico".
Tal y como han destacado desde el portal web, “para su creación más ambiciosa hasta la fecha, el artista le infunde un sentido muy triunfal acorde con su carácter victorioso sobre la muerte. Un Jesús otra vez humano tras el prodigio, que luce las señales de su martirio sin buscar compasión o pena porque el dolor ha pasado”.
Las creaciones de este joven escultor pueden ser contempladas en distintas procesiones del Estado -en Bilbao tiene varias piezas- y según han valorado los promotores de esta plataforma, “son el perfecto ejemplo de que la imaginería o escultura sacra no es un límite no un panorama de una sola dirección, sino un campo enriquecedor y abierto a todo el público, sea cual sea su edad, educación o procedencia, en el que sus artífices aún tienen mucho que decir”.
