La Asociación de Mujeres Gitanas de Euskadi (AMUGE) y la asociación de juventud gitana Romi Berriak están acompañando a siete mujeres gitanas en la denuncia del trato discriminatorio que recibieron a finales de enero por parte del personal de tienda de tres conocidos establecimientos de moda y de perfumería del centro de Bilbao.
En uno de los dos casos, las afectadas son un grupo de chicas jóvenes de entre 17 y 21 años, que acudieron a las oficinas de AMUGE para denunciar que el trabajador de una perfumería a la que fueron juntas “las había seguido de cerca riéndose de ellas, en una clara actitud de acoso”. Después, según su relato de los hechos, fueron rodeadas por unas siete dependientas, a las que pidieron una hoja de reclamación.
En otro caso, las afectadas son dos hermanas de unos treinta años que denunciaron haber sido “retenidas y registradas material y corporalmente por unos seis agentes de un cuerpo de Policía” en el vestuario de una tienda de ropa, teniendo que quedarse en ropa interior.

De acuerdo con el contenido de su relato, los agentes intervinientes se negaron a explicar la motivación de esa actuación y circunstancias del aviso por un supuesto hurto y, cuando ellas les preguntaron si era por ser gitanas, uno de los agentes las amenazó con denunciarlas por llamarle racista.
En palabras de Tamara Clavería, responsable de AMUGE, “estos dos casos han colmado el vaso de nuestra indignación y nuestro dolor. Queremos un futuro mejor para nuestras criaturas, porque crecer viviendo estas escenas de humillación refuerza un trauma histórico, así como la desconfianza y distancia entre las distintas culturas de nuestra sociedad”.
Clavería ha añadido que las dos entidades gitanas van a “convertir la normalidad en noticia”: “Hasta ahora, hemos integrado que nos persigan por ser gitanas como algo habitual en nuestra vida cotidiana, pero hoy decimos ¡Basta ya! Aski da! Dosta! Vamos a denunciar públicamente cada caso hasta que se entienda que nuestros cuerpos y los de nuestras niñas no se tocan”.