“Va a suponer un cambio radical en las administración de Justicia y en todos los operadores jurídicos”. Así de contundente se mostraba la secretaria coordinadora de Bizkaia, Ascensión Roncero, al referirse a la activación a partir de este lunes en Bilbao del Expediente Judicial Electrónico (EJE).

Un nuevo soporte en la tramitación de los casos judiciales que erradicará de los almacenes y los despachos judiciales de Bizkaia los voluminosos expedientes en papel que han llegado a ser un verdadero problema de operatividad.

El lunes entrará en funcionamiento el EJE en todos los juzgados de lo Penal de Bilbao, incluidos los de Menores y Vigilancia Penitenciaria, y es la culminación de un proceso que ya se inició a finales de octubre pasado cuando se implantó en las secciones de lo Social, Civil y Contencioso-Administrativo. Los juzgados del partido judicial de Barakaldo también están integrados desde hace tres semanas en el Avantius, la plataforma que permite trabajar de forma digital, mientras que los de Getxo, Durango, Gernika y Balmaseda entrarán el próximo 27 de febrero.

Los juzgados de lo Penal son los últimos pero los que más expedientes acumulan en su quehacer diario. Roncero no tiene contabilizados cuántos asuntos acumulan en Bilbao, pero sí conoce los que tienen en Barakaldo, sede judicial de la que fue trasladada el año pasado para ejercer su nueva función de coordinadora de la actividad de todas las dependencias judiciales de Bizkaia. “Las ejecutorias que teníamos en Barakaldo eran unas 5.000 en trámite en Penal, mientras que en Civil eran 15.000. En Bilbao son muchísimas más”, detalla.

Con Avantius, a partir del lunes todos los expedientes que se inicien con un nuevo caso estarán solo en formato digital lo que trae como ventajas la agilización de los procedimientos, el acceso en tiempo real a la información relevante, la accesibilidad del servicio público a través de distintos soportes y la mejora de la propia organización del sistema.

Roncero explica que desde ahora “no se nos va a perder nada porque todo se integra” recordando el caso del CD adherido al expediente en papel y que fue extraviado en un caso de abuso sexual que guardaba una prueba videográfica. Imágenes que a partir de ahora formara parte del EJE igual que la foto de un arma u otros elementos que se puedan digitalizar.

Los nuevos casos íntegros electrónicos convivirán durante unos cuantos años con los que se han denominado expedientes híbridos, los que mantendrán los papeles de lo generado hasta ahora con la tramitación futura electrónica.

Además de magistrados, letrados de Justicia, abogados y procuradores, el expediente digital afectará también, en su forma de relacionarse con la administración judicial a “Hacienda, notarios, policías, comunicaciones con las clínicas forenses, los hospitales, los expedientes administrativos que nos manda la Diputación...”, detalla María Rosario Palenque, letrada de Justicia de Penal 1 y 2 de Bilbao.

Como ella, decenas de funcionarios judiciales ya cuentan en su puesto de trabajo con dos monitores, necesarios ambos, “uno poder ver la documentación y otra para trabajar en la resolución del caso, incluso tenía que haber algún monitor más”, bromeaba Palenque.

La secretaria coordinadora reconoce que “es una innovación que a unos nos costará adaptarnos más y a otros menos” pero calcula que “en un año, espero que todos nos hallamos adaptado al nuevo sistema, soy optimista”. También aclara que “todo el papel no va a desaparecer”.

Relata cómo habrá casos donde este soporte de información es esencial y aporta como ejemplos “la escritura de una hipoteca antigua, de la cual se necesita el original” o cómo para determinar “una falsificación siempre se va necesitar el documento original para compararlo en una pericial caligráfica que requiera un magistrado”.

El apunte

Gobierno vasco. El Expediente Judicial Electrónico constituye la línea estratégica fundamental del Plan de Justicia Digital 2021-2026, puesto en marcha por el departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco. Es la base necesaria sobre la que pivotan el resto de líneas estratégicas, con el fin de alcanzar un desarrollo digital en el ámbito judicial que trabaja hasta en que se puedan impulsar actuaciones y juicios digitales, incluso no presenciales.