La futura y, sin embargo, inminente reordenación de los juzgados de Bilbao permitirá que se ponga fin a una de las demandas históricas de la infraestructura judicial en la capital vizcaina. “Siempre hemos reivindicado más juzgados. Hay tres palacios de justicia y los tres se han quedado pequeños. El mal endémico que tenemos en Bilbao, que es la falta de espacio, está en vías de solución”, afirma Aner Uriarte, juez decano de Bilbao, sobre esta remodelación que espera que esté finalizada en 2025. “Se aspira a una ciudad judicial, con cuatro edificios o palacios de justicia muy cerca”, añade. Ello será posible una vez que la nueva sede de la Fiscalía abra sus puertas en la calle Henao a partir de este verano y se habilite edificio Mapfre para descongestionar los actuales juzgados. En total, la administración de Justicia ganará cerca de 25.000 metros cuadrados en la villa durante esta legislatura.

Tras más de un lustro en obras y encadenar varios retrasos, la Fiscalía Provincial de Bizkaia –a excepción de su Sección de Menores que se mantendrá en el Palacio de Justicia de Barroeta Aldamar– abrirá en la céntrica calle Henao. Fue en 2014 cuando Josu Erkoreka, exconsejero de Justicia, anunció la rehabilitación de la antigua Cámara de la Propiedad Urbana, el primer palacete que se construyó en el Ensanche en 1879. Desde entonces, el edificio ha sido demolido en su totalidad, excepto las fachadas de dos plantas de las calles Henao y Ercilla, y reconstruido, ampliándolo con cinco sótanos y utilizando el bajo cubierta. Recientemente han salido a licitación las obras de adecuación del interior del edificio, que reúne más de 3.800 metros cuadrados útiles. Está previsto que la Fiscalía se traslade, sin más dilación, este verano.

El inmueble que supondrá el gran cambio que espera la jurisdicción de Bilbao llegará cuando se remodele el edificio Mapfre. “El Gobierno vasco ha hecho una importantísima inversión comprando un cuarto palacio de justicia en Bilbao”, considera Uriarte sobre la adquisición anunciada hace un año por el Departamento de Justicia. El precio acordado por el inmueble, de cuatro sótanos, que poseen 6.209 metros cuadrados, y ocho plantas y ático sobre rasante, que suman 12.646 metros cuadrados, fue de 41 millones de euros a los que se deberán sumar otros 16 millones para su reacondicionamiento. Está previsto que esté operativo en 2025.

El edificio albergará “los juzgados de lo contencioso-administrativo, que son cinco; los de lo social, que son 12; y los de lo mercantil, que son 3”, explica Aner Uriarte sobre el nuevo juzgado que, además, albergará servicios comunes, sala de vistas, aula de formación y espacio de reserva. Por otro lado, permitirá que el juzgado de lo mercantil número 3, ahora desplazado en el Palacio de Justicia de Getxo, pueda trasladarse a la capital.

Una vez se lleven a cabo las citadas mudanzas, el palacio de Barroeta Aldamar se descongestionará significativamente. “Reorganizaremos los juzgados de primera instancia, que en este momento están muy apretados. Y está pendiente la creación del juzgado de primera instancia número 17, que está aprobado pero que no se puede materializar”, indica Uriarte sobre el edificio que actualmente alberga su despacho.

No obstante, reconoce que lo “más importante”, tanto para él como para el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, es remodelar el Palacio de Justicia de Buenos Aires, donde está la jurisdicción penal. “Es donde más quejas ha habido porque las instalaciones no están en un estado óptimo. El edificio es peor que el resto”, confiesa el juez decano, quien indica que aspiran a dotar a la jurisdicción penal de Bilbao, compuesta por 21 juzgados, de unas nuevas instalaciones. “En la medida de lo posible, uno de mis retos es que las plantas bajas, que son las peores, suban a plantas superiores”, expone Uriarte, quien concreta que la jurisdicción penal “independientemente de la importancia que tiene en la prestación del servicio público, tiene que prestarlo correctamente”. Este mismo mes comenzarán las reuniones del grupo de trabajo para perfilar el contenido de su redistribución.

En ese sentido, el juez decano concreta que hay una serie de servicios legales de espacios y de salas para que se preste el servicio de forma óptima. “Está la delicadísima jurisdicción de violencia sobre la mujer. Tenemos que tener unos espacios donde la mujer denunciante no se encuentre con su agresor denunciado. En estos momentos se están realizando unas obras impulsadas por el Gobierno vasco, porque hasta ahora estaban en un espacio excesivamente pequeño”. De esa forma, está previsto que los tribunales de violencia de género cuenten con una planta a la que únicamente tendrán acceso las víctimas; además, instalarán botones del pánico e interfonos por si se encuentran en una situación de riesgo. “Con todo esto se mejora nuestro trabajo, nuestra situación, pero obviamente mejora el servicio público que prestamos”, concluye Uriarte.