Los vecinos de la calle Viuda de Epalza de Bilbao afectados por el incendio solicitan la colaboración de posibles testigos y pruebas “gráficas” con las que dar luz a las causas que provocaron el fuego en sus casas la noche del 27 de agosto. Aunque los residentes en el número 9 y 10, –los dos portales afectados por el incendio–, lo atribuyen a los restos de los productos pirotécnicos lanzados desde Mallona, una semana después siguen sin un informe que les aclare lo que sucedió: “Seguimos sin conocer lo que originó el fuego. Solo pedimos un informe objetivo que lo aclare para poder solucionarlo cuanto antes y regresar a nuestras casas”, ha explicado este viernes a DEIA, la presidenta de la comunidad de vecinos del número 9 de Viuda de Epalza.

Los vecinos también demandan poder acceder al informe de los bomberos y al de Surbisa sobre el estado del edificio. Si bien, el informe de los bomberos, aún en elaboración, será remitido a quienes lo soliciten si lo consideran necesario. “Todo está resultando complicado. Aunque al principio todo el mundo estuvo muy atento con nosotros, el Área de Acción Social del Ayuntamiento, Bilboko Konpartsak.., después nos hemos sentido solos, sin saber muy bien qué hacer”, ha aclarado la presidenta. Lo cierto es que tras el informe de los bomberos este viernes accedieron al inmueble la Policía científica de la Ertzaintza, y los peritos de los seguros de los portales afectados. “Hemos contratado a un experto en incendios para que también lleve a cabo un estudio que nos ayude a determinar el origen del fuego”.

A la espera de conocer las causas reales, los propietarios de las comunidades constatan que todos los años recogen restos de la pirotécnica en los tejados de las calles Viuda de Epalza y Esperanza. “No es la primera vez que se han producido pequeños incendios y hemos llamado a los bomberos y a la Policía Municipal para avisar de ello”, concretan. En este sentido, aclaran que la primera llamada al 112 del vecino se produjo a las 23.06 para avisar de la aparición de llamas en el tejado. Para entonces –concretan– ya se había ido la luz del inmueble, el vecino había comprobado los plomos de su instalación eléctrica, se había asomado a la calle para comprobar el alumbrado público de otros edificios y había visto el resplandor de las llamas en el tejado. “Los fuegos artificiales comienzan a las 22.30 y suelen finalizar entorno a las 22.45 o incluso a veces más tarde. No sabemos cuánto tiempo tarde en generarse un incendio de esa magnitud pero poco más hay que decir”, explican. Con todo, los vecinos insisten en su demanda. “Creemos que es momento de replantear la ubicación de los fuegos artificiales de la Aste Nagusia de Bilbao para que en el futuro los vecinos del Casco Viejo podamos dormir tranquilos y disfrutarla de las fiestas”.

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La policía desaloja las txosnas por un incendio en un edificio del Casco Viejo DEIA

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Fuera de sus casas

Catorce familias que residen en el inmueble permanecen siete días después desalojadas de sus viviendas. La más afectada es siniestro total, con el tejado completamente quemado y con la vivienda a cielo abierto. “Hay familias que no podrán regresar a sus casas en meses”, aclaran. El resto están afectadas, en mayor o menor medida, tanto por el agua que se utilizó para sofocar el incendio como la procedente de las tuberías que se fundieron por el calor. “Hemos tenido que vaciar toda la casa. Me he pasado cinco días lavando toda la ropa”, apuntan. La mayoría están alojados en casas de familiares, en segundas viviendas o han tenido que buscar una casa en alquiler. Con un poco de suerte, los vecinos de las primeros pisos podrán regresar pronto, pero el resto ya se están haciendo a la idea de que pasarán el invierno fuera de sus casas.