“He sido muy de barracas. Siempre las he disfrutado mucho junto a mis hijos”, reconocía Juan Mari Aburto mientras se dirigía al recinto ferial del parque Etxebarria. El motivo de la visita no era otro que la inauguración de las atracciones. En el acto, presidido por él mismo, estuvieron presentes los representantes de la corporación municipal del consistorio bilbaino. La comitiva accedió al recinto cuando el reloj marcaba las seis de la tarde. Y la expectación entre los allí presentes era, sin lugar a dudas, evidente. Todos se preguntaban a qué respondía la inusual estructura roja rematada por un sendo botón que los operarios municipales habían colocado, poco antes, entre las estructuras metálicas.

La música de la banda municipal anunció la llegada del regidor y de los ediles que lo acompañaron durante todo el acto. Fue entonces cuando los bilbainos y bilbainas que estaban disfrutando de su tarde en familia, entendieron a qué se debía tanto trajín. “Seré breve, ya que lo importante hoy es inaugurar las barracas y disfrutarlas”, dijo el alcalde a su llegada. Su objetivo era lanzar un mensaje a los niños y niñas de la villa. “Habéis pasado dos años difíciles que, desgraciadamente, no van a volver. Pero vendrán muchos otros, disfrutad de las barracas”, expresó emocionado. Acto seguido, comenzó a pedir voluntarios entre los infantes que allí se encontraban para pulsar, junto a ellos, el botón rojo e inaugurar, así, las barracas. Respondieron raudos a la llamada del regidor.

El botón rojo fue, entonces, apretado por decenas de pequeñas manos. El recinto ferial quedó oficialmente, abierto y la corporación municipal terminó su agenda. Pero comenzó la diversión.

El alcalde, los concejales y las concejalas quisieron aprovechar su visita al parque Etxebarria para relajarse y disfrutar de las atracciones Se decantaron por los autos de choque para, quizá, limar asperezas. De hecho, miembros de diferentes partidos políticos aunaron fuerzas para conducir, mano a mano, los pequeños vehículos. Por ejemplo, Amaia Arregi lo hizo con Jone Goirizelaia, portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento de Bilbao. Juan Mari Aburto, por su parte, eligió a Itziar Urtasun, concejala de Fiestas, como su acompañante. Por otro lado, Nora Abete, concejala de Movilidad formó pareja con Ana Viñals, portavoz de Elkarrekin Podemos.

Segunda ronda

Las parejas, no contentas con dar una vuelta, quisieron repetir y se divirtieron con una segunda tanda de choques que les hicieron estallar de risa. Alborozo, algarabía. Este es el espíritu de Aste Nagusia.

Sobre la semana más grande de la villa habló, precisamente, la concejala de Fiestas, Itziar Urtasun, con este periódico. “Después de dos años de sequía, estamos muy ilusionados. Todos tenemos muchas ganas de encontrarnos y de celebrar. Yo, personalmente, espero que la gente disfrute de las fiestas con respeto”, expresó. Y es que Urtasun volvió a hacer hincapié en la necesidad de construir un ambiente festivo sano. “El objetivo es que el balance sea de cero agresiones”, añadió con contundencia. “Según datos de la policía municipal se han incrementado los delitos de odio, pero, por suerte, también lo han hecho las detenciones”, agregó Juan Mari Aburto.

Por otro lado, Urtasun reconoció que hoy afronta un día muy emotivo. “El txupin es muy emocionante. Ver desde arriba cómo salta de alegría todo el mundo, el pregón... No soy muy llorona, pero alguna lágrima caerá”, confesó la concejala.

Hoy será una de las primeras personas en ver, después de dos estíos, a Marijaia. Lo hará en el balcón del teatro Arriaga, un año más, junto a la pregonera y la txupinera de este año, Itziar Lazkano e Iratxe Palacios, respectivamente. l