Ha sido un fin de semana como los de antes de la pandemia, con miles de personas por las calles de Bilbao, un gran ambiente, y bares y hoteles hasta la bandera. La celebración de la Final Four Basketball Champions League 2022, el primer gran evento tras la irrupción del coronavirus, ha devuelto a la capital vizcaina a tiempos que creíamos olvidados. "El balance es muy satisfactorio; ha supuesto la vuelta a la realización en la ciudad de grandes eventos en los que la organización y la experiencia que ya hemos adquirido en los últimos años, demuestra nuestra capacidad para acoger estos campeonatos", se ha felicitado el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, una valoración compartida con hosteleros y hoteles de la villa, que destacan el "buen sabor de boca" que han dejado estos días. Una brisa de optimismo para ir recuperando poco a poco la actividad y en la que la actual crisis imprime cierta incertidumbre.

Aburto realiza una balance altamente positivo de estos tres días en los que Bilbao ha vivido una gran fiesta del baloncesto. "Ha conseguido llenar nuestros hoteles y animar la ciudad con buen deporte y de calidad", ha destacado el alcalde, una opinión compartida por los responsables de la Basketball Champions League. "La propia organización ha elogiado nuestra labor y a la propia villa, moderna, muy bien conectada, y con instalaciones de primer nivel", incidió.

También en el sector turístico el evento deportivo ha dejado un buen poso dulce. "Ha tenido un impacto muy positivo; todo suma para que se vayan recuperando las situaciones que se vivían antes de la pandemia", considera Héctor Sánchez, gerente de la Asociación de Hostelería de Bizkaia.

La presencia de los aficionados de los cuatro equipos que han celebrado las semifinales y finales de la Basketball Champions League en Miribilla no ha pasado desapercibida en una ciudad que empieza a recuperar el pulso turístico. "Este tipo de eventos mueven mucha gente. En los deportivos intervenir la suerte: no es lo mismo que se clasifiquen unos determinados equipos que otros. En este caso, la presencia del Manresa ha sido muy positiva; el desplazamiento era asequible y es un club con mucha afición. Ha atraído mucha gente que, a pesar de no pernoctar todos, han consumido, han estado en la ciudad y han dado ambiente", valoran los hosteleros.

Todo se ha conjugado para que el ambiente en Bilbao haya brillado con luz propia estos días. "Si a un evento de estas características le sumas el buen tiempo hace que la capital sea muy atractiva para pasar un sábado o un domingo", ensalza. "Ha habido movimiento y actividad".

Y si las calles han sido un hervidero de visitantes y autóctonos, los hoteles no hecho más que reflejar esa misma realidad. "La lectura es positiva. Debutábamos de nuevo en los eventos deportivos y de ocio, y estamos contentos de cuál ha sido la respuesta de la ciudad y los visitantes, y la demanda que ha conseguido generar", se felicita asimismo Iñaki Etxeguren, director del hotel Ercilla, un establecimiento que prácticamente ha rozado el lleno durante todo el fin de semana. Y es que dos años largos de pandemia había dejado "un vacío profundo" en la actividad hotelera. "Hemos echado de menos todo: los eventos empresariales, el BBK Live, los conciertos, las competiciones deportivas con público... Cada evento de este tipo, si deja un buen sabor de boca, es un pasito más que damos para recuperar esa inercia tan positiva que tenía Bilbao".

Y es que poco a poco, la actividad turística y hostelera se va acercando a los niveles de actividad que existían de forma previa a la pandemia, "aunque todavía no hemos llegado a las cifras de 2019". Una actividad que, destaca el gerente de los hosteleros del territorio, debe tener continuidad para recuperar la situación que se vivía en tiempos en lo que el covid no se había hecho un hueco en nuestro vocabulario. "Hace falta que se mantenga en el tiempo porque hay mucho que recuperar, por desgracia", advierte Héctor Sánchez.

"RECUPERACIÓN PROGRESIVA"

Comparte el responsable del Ercilla que el camino será largo. "Estaba claro que no íbamos a pasar del blanco al negro, que esto iba a ser una recuperación paulatina y progresiva. El ritmo de recuperación de los mercados emisores podría ser mejor, sí, pero está siendo bueno. El camino es largo pero la recuperación está ahí, aunque haya que seguir trabajando", anima Iñaki Etxeguren. "Posiblemente este año todavía no alcancemos las cifras prepandemia pero también es verdad que Bilbao había alcanzado unos porcentajes importantes de ocupación y unos eventos de gran envergadura en cuanto a visibilidad y en número de visitantes".

Este tipo de eventos aportan su pequeño gran granito de arena y en las próximas páginas del calendario aguardan todavía un buen listado de ellos. "Está la Bienal, que aunque profesional no deja de traer a mucha gente; y si la situación sanitaria lo permite, que creo que será así, está el BBK Live, algunos otros festivales, en otoño viene el Campeonato de Europa de Triatlón que abarca todo Bizkaia€ Y no nos podemos olvidar que va a haber un par de fechas muy interesantes como son los conciertos de Fito y Metallica, que seguro que generarán mucho movimiento", enumera Sánchez.

Eso sí, advierte de que no son la panacea. "Una ciudad no puede vivir solo a base de eventos. Es cierto que van posicionando a la ciudad, van dando imagen y genera actividad. Pero eso se tiene que acompañar del propio consumo interno y de la afluencia de la gente que nos visiten", destaca. "Esperemos que la situación sanitaria respete y nos permita seguir disfrutando y socializando; la hostelería es básicamente socialización y cuando nos limitan ese ámbito el sector sufre muchísimo".

El fin de las restricciones y el avance de las vacunas podría vaticinar, a priori, un verano lo más parecido posible a la era prepandémica. Pero la crisis económica no termina de despejar el horizonte. "Hay otras restricciones que no son sanitarias y, por desgracia, están ahí: las económicas que sufren muchas familias. En un verano que podría ser, en circunstancias normales, espectacular, hay todavía mucha incertidumbre y cierto miedo a qué va a pasar", reconoce Héctor Sánchez. Desde el Ercilla se muestran algo más esperanzados. "La percepción que tenemos, por la recuperación de los mercados y la dinámica que está cogiendo la ciudad invita al optimismo. Ahora todo lo tomamos con más precaución a la hora de hacer previsiones de cara al futuro. ¿Hasta dónde afecta? Es complicado saberlo, porque no venimos de una dinámica normal. Pero no son situaciones positivas", finaliza Etxeguren.