Después de diez años trabajando como peluquero y caracterizando a estrellas de los teatros y musicales, el bilbaino Anakoz Merikatxebarria ha aparcado de momento su profesión de estilista y se sube a los escenario que siendo más joven los abandonó. En el cajón ha guardado por el momento el secador de pelo y se calza los tacones de vértigo para dar vida a sus personajes y transformarse en artistas como Jennifer López. Confiesa que se siente mucho más seguro y que disfruta de una nueva etapa que viste de brillo y mucho ritmo.De peluquero a showman, vaya cambio, ¿no?

—Bueno, en mi etapa como estilista siempre he estado en contacto con el mundo del teatro. Siendo muy joven trabajé en este mundo del espectáculo, pero decidí dejarlo.

¿Por qué?

—Cuando lo dejé no me sentía seguro, era muy joven y decidí emprender una carrera profesional detrás de los escenarios. La presión me pudo. Hubo un momento en el que el miedo me superó y no lo pude controlar. Me di cuenta que no disfrutaba y que era tal la exigencia que no me veía preparado. No solo la exigencia del resto hacía mí sino la mía también.

Le entró el miedo escénico.

—Me entró un miedo psicológico que no pude controlar. No me sentía tan arriba como los demás y no pude seguir. Y en una situación así lo mejor fue dejarlo y buscar otra cosa.

Y montó su propia peluquería en el Casco Viejo de Bilbao.

—Sí. En 2013 comencé con Anitz donde ofrecía servicios de peluquería y estética desde el salón de belleza. Luego tuve la suerte de trabajar en los camerinos de teatros para múltiples producciones. Muchos de esos espectáculos fueron en el mismo Teatro Arriaga en el que estuve diez años. Mi primer montaje fue el Mundo de la Luna. Entonces estaba de director artístico Emilio Sagi y le gustó mi forma de trabajar y contó conmigo en más montajes.

¿Conoció a muchos artistas?

—A muchos. Por mis manos han pasado artistas del nivel de la soprano Ainhoa Arteta, Natalia Millán, Lola Herrera... y también he tenido la suerte de peinar a señoras que únicamente buscaban un peinado para el día a día.

¿Ha disfrutado?

—He disfrutado y he aprendido muchísimo.

Echaba de menos los escenarios.

—La verdad es que nunca tuve en mente regresar y menos ahora.

¿Qué le llevó a dar el paso?

—Un día me llamó Jorge Puente Liñero, director de Bataklan Kabaret y me propuso que volviese a los escenarios.

¿Y qué le respondió?

—Que no. No confiaba en mí y no me veía con fuerzas para regresar.

¿Cuándo se lanzó?

—Empecé a madurarlo. El trabajo de caracterización había bajado mucho por la pandemia y el trabajo en el salón de peluquería no me llenaba porque no podía aplicar la creatividad que tanto me gusta y pensé: ¿Por qué no lo vuelvo a intentar?

Ahí empezó todo.

—Se lo consulté a mis clientas.

¿Qué le dijeron?

—Me preguntaron: ¿Quién nos va a peinar ahora? Pero todas me animaron mucho y me dijeron que lo intentase. Que siempre puedo volver al mundo del estilismo.

La clave era controlar los nervios.

—Y recuperar la confianza en mí mismo. De hecho volví a insistirle a Jorge: ¿Pero estás seguro de que yo me puedo volver a subir a un escenario?

¿Qué le dijo?

—Me respondió con otro pregunta. ¿Crees que si no estuviera seguro habría acudido a ti para mi espectáculo enBataklan Cabaret?

No pudo decirle que no.

—¡Qué va! Volví a decirle que me lo tenía que pensar, que me daba miedo. Porque siempre me han encasillado en los personajes de showman, pero de mujer... Era volver a sacar ese personaje y no me apetecía.

Hasta que se colocó de nuevo los tacones y la peluca, ¿eh?

—Eso fue clave. Es lo que me llena y luego tengo que agradecer a la compañía que es maravillosa y trata muy bien a los actores. Sentí que había un ambiente muy bueno y que todos remábamos en la misma dirección.

¿Cómo fue el regreso a los escenarios?

—Fantástico. Adapté una canción de Jennifer López, lo rescaté para incorporarme al Bataklan Cabaret....y saqué el número. En el público estaba mi familia, mis amigos... y les gustó mucho. Fue un regreso precioso.

¿Cree que volverá a coger el secador?

—Sí. No lo quiero dejar porque el mundo del estilismo también me gusta, pero ahora tras haber superado los miedos quiero disfrutar del momento.

¿Con tacones y a lo loco?

—Con tacones y con buenos espectáculos que hace disfrutar al público, que falta nos hace.

“Me ha costado regresar a los escenarios, pero he recuperado la confianza y voy disfrutar del momento”

“No descarto volver de nuevo a coger el secador; el mundo del estilismo me gusta y no lo quiero dejar”