El gran “honor” de ser cónsul
La Cámara de Comercio de Bilbao otorga el cargo honorario a seis profesionales destacados
Bilbao - Pocos reconocimientos conllevan tanta bilbainía que abruma y enorgullece a partes iguales. Desde ayer cinco cónsules y una consulesa de Bilbao acarrearán la responsabilidad de propagar los valores de una ciudad siempre dispuesta enfrentarse a los grandes desafíos de su tiempo. El cargo honorario, que fue recuperado en 1991 por la Cámara de Comercio, fue otorgada en un acto celebrado en el claustro del Euskal Museoa, donde se congregaron más de un centenar de personalidades destacadas de la sociedad vizcaina. Poco antes, frente a la iglesia de San Antón, cerca de la sede del Consulado de Bilbao creado en 1511 por Juana I de Castilla, se recibió a los distinguidos con el título con un aurresku.
En palabras de José Ángel Corrés, prior del Consulado y presidente de la Cámara de Comercio, la medalla se entrega a “seis personas que siempre llevan en su pensamiento y corazón a Bilbao y a Bizkaia, y han engrandecido a Euskadi en el panorama mundial”. Ellos son Ibon Areso, exalcalde de Bilbao que sucedió a Iñaki Azkuna tras 20 años como edil en el Consistorio bilbaino; Miren Arzalluz, historiadora experta en la vida de Cristóbal Balenciaga y actual directora del Museo de la Moda de París, Palais Galliera; Alex Cruz, actual consejero delegado de la aerolínea británica British Airways; Vicente del Arenal, notario que ejerce en la capital vizcaina en la especialidad juridico-económica desde 1989; Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales; y Juan Ignacio Vidarte, director del Museo Guggenheim Bilbao.
Durante su discurso, el responsable de la Cámara de Comercio recalcó el aniversario del Consulado de Bilbao, que “se creó para defender los intereses de navegantes y mercaderes de la villa, y que desarrolló una legislación mercantil y marítima que fue imitada en diferentes partes del mundo”. Este ente que tuvo competencias exclusivas sobre la ría y el puerto, además de legislar ordenanzas que tuvieron repercusión internacional, desapareció en 1829, pero no su razón de ser.
La Cámara de Comercio recogió en 1886 el testigo y con ello también la autoridad para proclamar a sus delegados. Respecto a los cónsules, Corrés aseveró que es “muy positivo que sean admirados y reconocidos en sus tareas diarias porque son un activo para nuestro país que no podemos perder”. Durante el acto, muy emotivo por la conciencia de los nuevos cónsules de la envergadura de la distinción, sobrevolaron implícitamente los nombres de las 32 personalidades que los precedieron en el nombramiento: desde Miguel Zugaza, actual director del Museo de Bellas Artes de Bilbao, al arquitecto Frank Ghery, con el que se demuestra que los bilbainos nacen donde quieren.
En escrupuloso orden alfabético, Ibon Areso fue el primero en recibir la medalla. “Estoy abrumado y sorprendido por la muestra de cariño”, reconoció antes de destacar que “nunca había recibido un nombramiento con tanta bilbainía”. El exalcalde alabó además la trayectoria de la Cámara de Comercio, que ha colaborado en la creación de la “marca Bilbao” y en su difusión.
“No sé si imagináis de quién me estoy acordando”, reveló por su parte Miren Arzalluz, visiblemente emocionada, recordando a su padre, el político jeltzale Xabier Arzalluz, fallecido el pasado febrero. La historiadora indicó que el reconocimiento le emociona también como mujer. “No soy la primera que recibe este honor pero la lista no es muy grande”, reconoció la nueva consulesa, palabra que tuvo que buscar en el diccionario.
Alex Cruz citó a su mujer y sus cuatro hijos, pero también recordó que sus abuelos, que vivían a escasa distancia de donde estaba recogiendo la medalla que a partir del lunes estará en las oficinas de British Airways. “Vender Bilbao no es difícil”, aseguró el directivo, aunque “ser de Bilbao conlleva la responsabilidad de representar los valores por los que se caracterizan los bilbainos”.
El fuerte abrazo con Corrés delató la estrecha relación de Vicente del Arenal con la Cámara de Comercio, institución cuyo pasado destacó por ser “vital en el desarrollo de la villa”. Ahora que “todo se vive en función del retorno”, subrayó, su “incidencia fundamental en el derecho mercantil” por ordenanzas que fueron adoptadas hasta por “nueve repúblicas iberoamericanas”.
Por su parte, Antonio Garamendi aseveró que es “emocionante que los tuyos te reconozcan” y recalcó el “orgullo de pertenecer a un colectivo que tiene 500 años de historia.
El último en recoger la medalla fue Juan Ignacio Vidarte, quien agradeció el reconocimiento de la Cámara de Comercio, donde asumió sus primeras responsabilidades, y destacó su “apertura al mundo como uno de los rasgos de su identidad”.