BILBAO. El servicio de Bilbobus seguirá con paros en enero después de que la plantilla haya rechazado el preacuerdo alcanzado por parte del comité de empresa -CC.OO., UGT y USO- con la concesionaria. Se trata del segundo preacuerdo que es rechazado por la plantilla.

En la asamblea que se celebró ayer de madrugada, los trabajadores rechazaron el preacuerdo por 233 votos en contra y 208 a favor. El preacuerdo era apoyado por Comisiones Obreras, UGT y USO, mientras que ELA y LAB se oponían al mismo. Ya se alcanzó otro preacuerdo el 20 de diciembre, en víspera de la huelga de 24 horas del día de Santo Tomás, que también fue rechazado por la mayoría de los trabajadores.

Los trabajadores de Bilbobus retomarán así los paros el miércoles 2 de enero, que serán de cuatro horas por turnos, y se repetirán a partir del día 3 los lunes y miércoles hasta el 17. Si antes no se llega a un acuerdo que permita resolver el conflicto laboral, el 21 de enero el servicio de autobuses urbanos de Bilbao entrará en una huelga indefinida.

Según valoró ELA, la alta participación en la asamblea “constata que el contenido negociado es insuficiente dada la problemática que existe en Bilbobus”. El sindicato se mostró muy crítico tanto con CC.OO., UGT y USO, “que no tienen la realidad y el sentir de la plantilla”, como con la empresa, el Ayuntamiento de Bilbao y la dirección de Trabajo del Gobierno vasco, “que han trabajado in extremis para intentar colar un acuerdo que ELA ya denunció que no cumple las expectativas de la plantilla”.

Por su parte, el responsable de UGT en Bilbobus y miembro del comité de empresa, José Fernández, advirtió de que se abre un escenario “muy complicado” en la negociación para conseguir mejoras laborales. En su opinión, el preacuerdo cumplía algunas de las demandas exigidas, como las referidas al IPC o al contrato relevo, y alertó de que el proceso negociador queda “prácticamente en stand by” porque la posición de la empresa concesionaria es “no negociar absolutamente nada”. “Estamos siempre abiertos a la negociación pero mucho me temo que va a ser bastante complicado”, reconoció.