LA ONCE cumplió ayer uno de los propósitos que tenía para este año. Lo soñaron y lo hicieron realidad. “Siempre celebramos Santa Lucía pero este año es especial para nosotros”, afirmó ayer el delegado Territorial de Euskadi de la ONCE, Juan Carlos Andueza.

La ONCE cumplió 80 años de vida el pasado 13 de diciembre y debía celebrarse por todo lo alto. Generalmente, cada provincia organiza anualmente una comida para conmemorar el día de Santa Lucía pero el 13 de diciembre de 2018 era más especial que otros. Por eso, el Palacio Euskalduna acogió ayer una comida con casi 1.000 personas -de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba- para festejar el aniversario. “Durante todos estos años hemos ido progresando poco a poco en una pelea continua por conseguir los derechos que tenemos de poder caminar libremente y con autonomía. Poco a poco vamos rompiendo las barreras arquitectónicas que tenemos”, afirmó ayer Julia Junkera, una trabajadora de la ONCE de Zumarraga.

De hecho, uno de los principales “problemas”, según Andueza, se encuentra en las aceras. “Sabemos que las bicicletas y los patinetes tienen que existir pero compartimos espacio con ellos y muchas veces no los vemos y hay que encontrar una manera de convivir porque no todos llevamos un bastón”, especificó. Además, otra de las labores “importantes” en la que tienen que trabajar son los coches eléctricos. “Cuando vamos a cruzar las calles por el ruido que emiten los vehículos sabemos si han parado. Los eléctricos no sabemos si están parados o siguen en marcha”, indicó.

Por eso lo que ayer se vivió en el Palacio Euskaduna fue una reunión en la que la inclusión se palpaba en el ambiente. Los acompañantes de los invidentes les iban guiando para encontrar su lugar entre todas las mesas que había. Y, como no podía ser de otra manera, también hubo hueco para los perros guías.

Pasadas las tres de la tarde, después de un gran brindis, comenzaron a degustar los primeros platos y las sonrisas de los asistentes no podían ser más grandes. “Es muy bonito que nos hayamos podido venir porque nos hemos reencontrado con muchos amigos que hacía mucho que no veíamos”, afirmó Miguel de la Flor.

Los homenajeados La ONCE quiso aprovechar la comida multitudinaria de ayer para homenajear a trabajadores que llevaban 25 o 35 años vinculados con la asociación. Nieves Marqués fue una de ellas. “Lo que más he aprendido durante los 36 años que llevo en la ONCE es la capacidad de superación que tienen y todo lo que se esfuerzan. Sobre todo lo que tienen que luchar día a día para hacer lo que a los demás no nos supone nada”, afirmó. También quisieron homenajear a los tres voluntarios del año (Consolación Senar, Antonio Vidal y Heliodoro Martínez) y, para finalizar, mencionaron a la mejor vendedora del año: Sonia Carramiñana.

Desde Beasain y Zumarraga. Marian Lorenzo, Fermín Martín, Itziar Uribesalgo y Julia Junkera eran conscientes de “los pasos que la asociación había conseguido”. Aun así, Junkera aseguró que “todavía queda trabajo por hacer para romper las barreras arquitectónicas que tenemos”.

Desde Donostia y Santutxu. Julia Martín, Miguel de la Flor, Maurina Martín, Esperanza Castro y Jesús Mantecón no dudaron en acudir ayer a la su gran cita del año. “Nos conocimos en una de las actividades que organiza la ONCE y ha sido muy bonito reencontrarnos aquí”, afirmaron.