El Puerto cederá el uso de su antigua sede para un hotel, pero no la venderá
La Autoridad Portuaria cambia de estrategia para facilitar la llegada de una cadena al no tener que pagar la propiedad
Bilbao - La Autoridad Portuaria de Bilbao (APB) ha decidido no vender su antigua sede del Campo Volantín, el conocido como Palacio Olabarri, y optar por la cesión de su uso, como ocurre con otras propiedades que tiene la entidad. De esta manera, la dirección del Puerto da una nueva vuelta de tuerca a su intención de deshacerse de este edificio que abandonó hace más de un lustro para mudarse hasta su actual sede ubicada en los muelles de Santurtzi. El que no ha variado es el destino que se quiere dar tanto al viejo inmueble de finales de siglo XIX como su anexo moderno construido en los años 50, la ubicación de un hotel de relumbrón. Y es que las ganas del sector hotelero por esta propiedad no solo se mantienen, sino que se han intensificado en la actual corriente de apertura de alojamientos que vive la capital vizcaina.
Según indicaron a DEIA fuentes de la Autoridad Portuaria “se han recibido ya visitas y tomas de contacto de promotores e interesados en la explotación hotelera del edificio, por lo que existe un contrastado interés en el mercado”. Lo que no quisieron facilitar fueron nombres de posibles candidatos. “La confidencialidad es fundamental en estos momentos”, indicaron.
Es precisamente estos contactos con posibles clientes los que han hecho cambiar de postura a la dirección del Puerto sobre el futuro de su vetusta sede. Según las mismas fuentes “algunos operadores interesados en la futura implantación hotelera nos fueron trasladando diversas observaciones respecto al modelo de enajenación con el que trabajamos”.
Desde un principio, los diferentes presidentes que han pasado por el mando del Puerto pretendían vender la propiedad para lo que era necesario una previa desafectación del complejo edificatorio y después proceder a su enajenación y venta.
Cambio de estrategia Sin embargo, los últimos pretendientes interesados han llegado a cuestionar en algunos casos la viabilidad financiera de la operación por las elevadas inversiones que deberían acometer. Hay que tener en cuenta que al coste que tendrían que pagar por la adquisición de la propiedad, habría que sumar las subsiguientes obras de ampliación edificatoria, rehabilitación y adaptación integral del complejo al nuevo destino. Aunque en el nuevo escenario ya no es necesaria una tasación de la propiedad, seguro que estaría muy por encima de los 17 millones de euros en que fue valorado el edificio conjunto en 2006, cuando se abrió el primer proceso de venta.
Esta es la razón principal por la que, según fuentes portuarias, “se ha considerado oportuno un replanteamiento de la operación” a la que también han añadido una segunda. Concretaron que “es conveniente el mantenimiento de la titularidad pública del conjunto, al tratarse de un edificio simbólico, muy ligado histórica y emocionalmente con el Puerto de Bilbao”.
Con estos argumentos encima de la mesa, el presidente de la APB, Ricardo Barkala, y su equipo han decidido cambiar el modelo de enajenación inicialmente previsto, por otro de concesión demanial para la explotación hotelera del complejo edificatorio.
Desde la entidad portuaria creen que “va a posibilitar un esfuerzo inversor más razonable por parte del adjudicatario, centrado en las actuaciones de las obras, y consecuentemente un adecuado proceso de amortización a través de un amplio plazo concesional, manteniendo la Autoridad Portuaria la titularidad del edificio”.
De momento, desde el puerto no quisieron indicar el periodo por el que se otorgará la concesión, aunque se supone muy prolongado, ya que se habla en términos de décadas. Lo que si han confirmado es que el Palacio Olabarri y su anexo será para la firma hotelera que más dinero esté dispuesta a pagar. “Se abrirá un proceso de concurso público en formato de subasta que ganará el que mejores condiciones plantee”, indicaron.
Los técnicos de la Autoridad Portuaria ya están preparando los pliegos de condiciones del concurso a la espera de que el Ayuntamiento de Bilbao finalice la tramitación administrativa que le corresponde. El equipo de gobierno municipal apoya el nuevo cambio de rumbo por lo que va a suponer para este remate urbano del Campo de Volantín, una zona privilegiada al lado de una plaza, casi a la sombra del Puente de La Salve y con vistas al Museo Guggenheim. Ya incluso hace año y medio, el Consejo Asesor de Planeamiento Municipal inició los trámites para modificar el vigente Plan General de Ordenación Urbana y cambiar el uso público de la vieja sede a otra calificación urbanística de equipamiento privado.
En el pleno de junio pasado se modificó la calificación urbanística y se concretó que para formalizar el cambio, el Puerto deberá aportar la cantidad de 450.000 euros en el momento en el que se solicite la licencia, para compensar el aumento en el volumen de edificabilidad.
Fuentes municipales indicaron que esperan concluir el proceso administrativo a lo largo de los próximos tres meses, un periodo tras el cual la APB podrá sacar a concurso el otorgamiento de la indicada concesión para la explotación hotelera. Fuentes del Puerto de Bilbao aseguraron que “se convocaría en el siguiente trimestre”.