Bilbao - Los gestores de la discoteca Moma de Bilbao han renunciado a recurrir una sanción municipal de 1.800 euros por ruido, ya que una hipotética sentencia desfavorable hacia la sala de fiestas podría sentar precedentes para los cinco procedimientos restantes que mantiene contra el Ayuntamiento.

Según informaron fuentes del local de Rodríguez Arias, este desestimiento “en ningún caso supone la conformidad” con la sanción. De hecho, se reservan la posibilidad de pedir su revisión por vía extraordinaria.

La discoteca había recurrido por lo Contencioso Administrativo una sanción de 1.800 euros que le impuso el Ayuntamiento de Bilbao por incumplir la ordenanza municipal en materia de ruido. No es el único recurso, ya que mantiene cinco más por otras sanciones, que llegan a cierres de seis meses. En los seis, la discoteca considera que la ordenanza no se aplicó de forma correcta, que la tramitación del expediente tiene defectos y que las sanciones son “desproporcionadas”.

Sin embargo, debido a su cuantía, este recurso se había cursado a través de un procedimiento abreviado que, según explican, supone no poder conocer la prueba que va a proponer el Ayuntamiento, “con lo cual no se puede anticipar su defensa”, y no es posible la apelación ante el TSJPV para una eventual sentencia desfavorable. “Queremos evitar que el riesgo inherente de una sentencia desfavorable pueda comunicar al resto de procedimientos. El juez simplemente archivará las actuaciones. Es como si esta primera sanción no se hubiese impugnado”, destacan desde la sala Moma. - A. Atxutegi