Cinco chóferes de Bilbobus fueron agredidos en 2016
Solo dos de ellos decidieron denunciar, con asesoramiento del Consistorio
Bilbao - La sonada agresión sufrida por un conductor de Bilbobus a manos de un taxista que ha terminado judicializada ha sido el pretexto para abordar los peligros a los que se exponen estos trabajadores del servicio municipal. En 2016 fueron cinco los chóferes agredidos; dos de ellos decidieron llegar a los juzgados. Desde el Ayuntamiento de Bilbao aseguran poseer un protocolo mediante el que, aquellos que optan por denunciar, son asesorados en todo momento. Además, indican que si un incidente de este calado provocara afecciones en el servicio público, el Consistorio también emprendería acciones legales.
“Cuando un conductor es el agredido, debe denunciar por su cuenta, pero la empresa concesionaria y el Ayuntamiento le acompañan”, concretó ayer Alfonso Gil, concejal de Movilidad y Sostenibilidad, en una comisión celebrada a petición de EH Bildu. Así, en palabras del edil, el primer paso es que los tribunales diriman si ha habido agresión y cuál es la condena. Después, el Ayuntamiento podría tomar cartas en el asunto solicitando responsabilidades, siempre y cuando la agresión hubiera causado problemas en el servicio, tales como retrasos considerables. Según describió Gil, este protocolo está “pactado” con los sindicatos, con los que se ha establecido un convenio de “defensa jurídica gratuita”.
Confrontándolo con el ratio de usuarios que el año anterior utilizaron el servicio de Bilbobus, 26 millones de viajeros, Gil expuso que en 2016 fueron cinco los conductores agredidos, entre los que dos optaron por denunciar. “En una de ellas el agredido fue un conductor que viajando de paisano instó a una mujer a plegar la silla de bebé que llevaba porque no puede haber más de tres en cada autocar”, narró el concejal, quien evidenció que el “encuentro fortuito” terminó con la mujer abofeteando al chófer. Este fue uno de los casos que no fue denunciado, tampoco por el Ayuntamiento -“¿Que el autobús se ha retrasado tres minutos?”, preguntó de forma retórica Gil-. “Hay miles de contingencias diarias, casi todas se solventan”, consideró el edil, quien añadió que “la carretera da muchos disgustos”.
Entre las medidas de seguridad con las que cuentan los conductores se citaron las cámaras y los pisones, que han sido modificados para que una vez que el conductor lo apriete se grabe lo que está ocurriendo y la Policía Municipal se desplace hasta el lugar de los hechos. “Se han reducido los tiempos de espera”, informó Gil, señalando que la empresa concesionaria cuenta con una persona dedicada a la seguridad.
Entre las medidas debatidas en el seno del comité de empresa, el concejal mencionó las cabinas como alternativa para preservar la seguridad de los conductores. Sin embargo, aclaró que solo dos unidades de Bilbobus cuentan con la instalación de estas mamparas y que se “desechó” la posibilidad de colocar más debido a que “generan claustrofobia”. En ese sentido, desde el Consistorio apuestan por la concienciación como sistema de prevención. Por eso se han llevado a cabo varias campañas, una de las cuales, con actores, consistía en trasladar cuáles son las normas de comportamiento.
Los partidos de la oposición mostraron su solidaridad con los conductores agredidos. “Es una realidad que los chóferes tienen sensación de inseguridad”, afirmó Bruno Zubizarreta, concejal de EH Bildu. Por su parte, Samir Lahdou, portavoz de Goazen Bilbao, expuso que algún sindicato había denunciado “la falta de acompañamiento de la empresa”, lo que motivó la última manifestación llevada a cabo por los sindicatos. En la misma línea, Amaia Arenal, de Udalberri, adujo que las agresiones “pueden ser circunstanciales, pero no por ello menos graves”.
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