Escote para costear parte del sueldo de algunos profesores
Los trabajadores han sufrido "una tortura" desde las pasadas navidades
Bilbao - El cierre del Colegio Ibaigane se conoció entre la plantilla -profesores y personal administrativo- el pasado viernes, con solo una semana de antelación y sin aviso previo. Los 38 trabajadores que conviven a diario con el alumnado en el reconocido centro de Deusto no habían sido consultados por la dirección del mismo, pero sí habían pasado una "auténtica tortura", al menos desde las pasadas navidades, cuando la situación comenzó a ser insostenible. Nóminas con falta de fondos o entre todos hacer un escote para poder aliviar la mala situación de algún compañero son alguna de las calamidades que, durante la reunión mantenida entre responsables y padres, salieron ayer a la luz y que ha podido conocer DEIA. El sindicato ELA, mayoritario en el centro, culpó ayer de esta situación a una "mala gestión" y solicitó "dar salida a la situación creada y garantizar los puestos de trabajo".
La jornada de ayer fue muy diferente a las demás. Con la noticia del cierre definitivo colada ya en las aulas, eran muchos los profesores que no podían contener las lágrimas ante la incertidumbre que se abría sobre ellos con la llegada de las vacaciones. Pocos quisieron hacer declaraciones a los medios, en respeto a las familias que aún desconocían la "grave decisión unilateral" tomada por la directiva, en manos de la Fundación Ibaigane, gestionada por las monjas del Sagrado Corazón. Pero las reacciones no tardaron en llegar.
Según el relato de los asistentes a dicha reunión, la primera en hacer referencia al esfuerzo realizado por los trabajadores era la propia presidenta de la fundación. "Hemos intentado subsanar esta situación con crédito, retrasando los sueldos al personal y pidiendo sacrificios a los educadores para que renunciaran a sus derechos", explicaba.
Implicación Los últimos meses han sido "una tortura" reconocían los responsables, "para quienes están a diario con este problema". El destino del colegio es el cierre, pero desde el sindicato ELA criticaron ayer la "opacidad" con la que se ha llevado la situación desde Kristau Eskola y la decisión tomada "a espaldas de las familias y trabajadores". Además, mostró su "preocupación" por los siguientes pasos que dará el centro y exigió "implicación" a los titulares del centro.