Bilbao

consumo responsable. Estas palabras no dicen mucho cuando se tienen 13 o 14 años, como Andrea, Garazi, Iratxe, Leire y Susana. Los escaparates son demasiado atractivos: una camiseta, las botas de moda, un bolso, maquillaje... Todo muy asequible. Ninguna se había planteado qué hay detrás de cada una de esas cosas: dónde se fabrica, quién lo hace, en qué condiciones... Sus armarios están llenos de prendas hechas, en muchas ocasiones, por personas que apenas ganan para alimentarse y empresas que se lucran ocupando los primeros puestos del mundo en poder económico.

Pero la visión de estas alumnas sobre esta cuestión ha dado un giro de 180 grados en los últimos meses. Estas cinco bilbainas que cursan 1º y 2º de la ESO en Madre de Dios Ikastetxea de Bilbao acaban de ganar el primer premio del Estado de la octava edición de Consumópolis, un concurso que convoca el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Para ello, primero tuvieron que pasar el primer filtro en la CAV de Kontsumobide (Instituto Vasco de Consumo).

Guiadas por su andereño, Toñi Burgos, que les animó a participar, han demostrado que son las mejores de la península en consumo responsable. Y lo han hecho con un anuncio de zapatillas. Tan simple y tan complicado. Un anuncio que sintetiza todo lo que han descubierto durante más de dos meses de trabajo.

La decisión final tenía que tomarla el jurado compuesto por representantes del Ministerio de Educación, del Consejo de Consumidores y Usuarios, del Grupo de Trabajo de Información, Formación y Educación y del Instituto Nacional del Consumo. Y los convencieron de que se pueden fabricar cosas "de forma responsable, sin dañar al planeta, y respetando a la naturaleza y a los seres humanos".

Las zapatillas son la imagen central del cartel con el lema Moviéndonos por la sociedad. Están rodeadas de mensajes "que no engañan", comentan, y que invitan a hacer deporte con el nombre ficticio de este calzado: Consudépor. "Es una publicidad contra la falsa publicidad a la que estamos acostumbrados", explica Garazi.

Sin explotación infantil No es una marca conocida, ni se anuncia en televisión. El cartel explica que "han sido fabricadas con materiales que respetan el medio ambiente y cuidan la salud de las personas, lo mismo que el deporte. Se han elaborado garantizando los derechos de la infancia, porque no se ha utilizado mano de obra ni explotación infantil, y asegurando que promueve valores deportivos". "Y se han hecho de forma que se respeta y fomenta la dignidad de las personas, porque cuida de los derechos de los trabajadores, fomentando y promocionando a las personas con menos recursos", añade Toñi. Además, no tiene gastos de marketing, porque "no persiguen el lucro, no engañan". "Es una marca hecha con una única finalidad: practicar el deporte como manera de fomentar las buenas relaciones sociales".

Andrea está segura: "Nuestra intención es hacer que la gente comprenda la importancia del consumo responsable a través de los valores del deporte sano, y desearíamos que la gente se concienciara a la hora de ponerse frente a un producto, y lo escogiera, no por su marca, sino por su fabricación". Susana le sigue en la conversación: "Ahora leemos las etiquetas de lo que compramos. Antes no lo hacíamos. Ahora comprobamos dónde se ha fabricado, y la etiqueta nos informa del producto que tenemos en las manos".

Permanecen a la espera de que les llamen desde Madrid para recoger el premio: un ordenador personal para cada una y 2.000 euros para el centro. Toñi cree que es importante lo que han aprendido y que ellas mismas señalan: "Que todo ciudadano tiene derecho a saber lo que compra, y que la publicidad, en cierta medida, nos engaña porque buscan los intereses de ventas". Además, ahora son conscientes de "la importancia de la seguridad que lucha contra el dopaje y las campañas contra la explotación infantil".