Videojuegos para la salud
El Festival Internacional hóPlay que se celebra en Bilbao aborda las últimas innovaciones en el ámbito sanitario
LA presencia de los videojuegos en nuestra sociedad y como parte importante en la cultura del ocio digital, es algo que ya no pilla por sorpresa a nadie. Cada día más gente disfruta con ellos gracias, entre otras cosas, a nuevas tecnologías que favorecen la interacción con productos en los que ya ni tan siquiera es necesario el uso de ningún mando.
Fruto de esta evolución -en la forma de interactuar con el videojuego-, han surgido nuevos ámbitos en los que poder explotar las cualidades que ofrece por ejemplo Kinect, el sensor de movimiento de Microsoft.
En este sentido, el Festival Internacional de Videojuegos hóPlay acogió en la jornadas de ayer la conferencia Videojuegos y calidad de vida, en el que se pudo comprobar cómo el último proyecto de la multinacional americana explora nuevas vías en el terreno de la salud y el bienestar.
Como conferenciante acudió al evento Rosa Ortiz Gutierrez, fisioterapeuta y máster en Patología Neurológica. En su tesis doctoral -en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid-, su objetivo se centra en "valorar la eficacia de un programa de telerehabilitación" para pacientes con esclerosis múltiple y crear instrumentos que faciliten la mejora en su calidad de vida. Para ello, el papel que ocupan nuevas tecnologías como Kinect, junto a videoconferencias con los fisioterapeutas, resulta vital a la hora de corregir posturas y hacer un seguimiento de los pacientes. Esto mejora su confianza y todo sin moverse desde su casa.
En referencia a esto, Lidia Pitzalis explicaba que la implementación de la tecnología Kinect "pretende conseguir resultados positivos no solo en los aspectos físicos si no también en los psicológicos".
TedCas fue otro de los ejemplos, en los que un sistema que utiliza la tecnología Kinect, puede integrarse en un quirófano, ayudando a consultar en tiempo real, los historiales médicos de los pacientes sometidos a una intervención. Esto supone una mejora sustancial que permite que los niveles de asepsia de ese entorno se mantengan. "En el Estado español 6.000 personas mueren al año como consecuencia de infeciones contraidas en el quirófano", explicó Jesús Miguel Pérez Llano, creador de esta nueva herramienta enfocada a la sanidad.