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El Surne Bilbao cae en el Buesa sepultado por el huracán ofensivo rival en la primera parte

El 71-46 al descanso, con la cuarta mejor anotación de un equipo a esas alturas del partido en la historia de la ACB, sentencia a los de Ponsarnau

El Surne Bilbao cae en el Buesa sepultado por el huracán ofensivo rival en la primera parteACB Photo/M. Escribano

El Surne Bilbao cayó este domingo con todas las de la ley (110-91) en su visita al Buesa Arena, sepultado por una primera parte ofensiva extraordinaria del Kosner Baskonia, que a lomos de un sideral acierto en el triple (12 de 17) dejó todo visto para sentencia al descanso con un 71-46 que ya tiene lugar en los libros de historia de la Liga Endesa pues supone la cuarta mejor anotación por parte de un equipo en una primera mitad, la máxima desde 1996.

Al conjunto vizcaino se le fue el choque en los cinco minutos finales del segundo cuarto. Hasta entonces, aunque fuera haciendo la goma, fue capaz de resistir ante el tremendo caudal anotador de los anfitriones, manteniéndose en partido con un 43-40. Sin embargo, tres triples seguidos de Timothé Luwawu-Cabarrot, especialmente dañino durante los primeros veinte minutos, y otro de Mamadi Diakite hicieron saltar el partido por los aires (parcial de 15-1) y dejaron a la vista las costuras de la retaguardia bilbaina.

Desasosiego

Y cuando una defensa se desordena y pierde la compostura ante un conjunto tan vertical y con tanta pólvora exterior como el de Paolo Galbiati, la posibilidad de naufragio queda a la vista como en esta ocasión ocurrió. El conjunto vizcaino fue cayendo en el desasosiego como consecuencia del brutal acierto rival, acumulando pérdidas de balón que los anfitriones aprovecharon para correr y anotar a placer, y se acabó lo que se daba. Tras el descanso, con todo ya sentenciado, los anfitriones bajaron revoluciones y los hombres de negro pudieron fabricar un resultado final menos escandaloso.

Harald Frey dirige un ataque.

Esas 16 pérdidas hasta el descanso, algunas de ellas evitables a todas luces e incluso infantiles, hicieron mucho daño a un equipo que también echó mucho de menos mayor compostura por parte del juego interior, sobre todo de un Tryggvi Hlinason del que solo hubo noticias al final. Tampoco hubo esta vez chispa y triples de Justin Jaworski, muy mediatizado por sus tempraneras faltas. Darrun Hilliard jugó con una máscara protectora y fue el puntal anotador de los de Jaume Ponsarnau, con 16 puntos, mientras que Melwin Pantzar, Martin Krampelj, Margiris Normantas y Luke Petrasek intentaron aportar carácter para que el parte de accidentes final señalara los menores daños posibles.

Mucha anotación

Las cosas empezaron ya torcidas para el Surne Bilbao, con un 7-0 en contra y dos personales de Jaworski en apenas dos minutos de partido. Hamidou Diallo, con ocho puntos seguidos, fue la primera pesadilla para los visitantes quienes, sin embargo, se defendieron con los triples de Pantzar y Petrasek (15-10). Con las segundas unidades ya en escena, Krampelj colocó a los suyos en disposición de darle la vuelta al luminoso, pero faltó algo de templanza y acierto. El Kosner Baskonia, con Matteo Spagnolo dañino en ambos aros, se movía con mucha mayor comodidad en un marcador elevadísimo. Los hombres de negro trataban de hacer la goma, pero no tuvieron antídoto para el acierto exterior de Luwawu-Cabarrot, quien con dos triples seguidos cerró el primer cuarto con un 33-23 que dejaba el asunto cuesta arriba para los de Ponsarnau.

Con los locales luciendo un 5 de 8 desde la línea de 6,75 y el Surne Bilbao acumulando ya ocho pérdidas, hacía falta un cambio radical para seguir conectados al partido. Fue Hilliard, con ocho puntos seguidos incluidos dos triples, quien intentó tirar de los suyos, llevando a Galbiati a parar el encuentro con el 37-34 a 7:32 del descanso, pero las pérdidas de balón, algunas envueltas en papel de regalo, frustraron los intentos de sostenibilidad del Surne Bilbao. Un triple de Petrasek mantuvo fugazmente en partido a los visitantes (43-40), pero el nivel de acierto del Kosner Baskonia desde la distancia triple era absolutamente destructivo y entre Luwawu-Cabarrot y Diakite hicieron saltar el partido por los aires en un abrir y cerrar de ojos, viajando hasta un 58-41 que ya no tuvo vuelta atrás.

Histórico

El 71-46 en el ecuador de la contienda era durísimo, con el Surne Bilbao totalmente hundido por el tsunami anotador del rival, que viajaba en jet supersónico con su sideral 12 de 17 en triples y un Luwawu-Cabarrot que lucía cinco dianas de otros tantos intentos y 17 puntos en menos de nueve minutos jugados. Por parte bilbaina, con la pelea física totalmente perdida y cayendo más y más en la desesperación con el paso de los minutos y el peso del luminoso, se echaba de menos a los desaparecidos Hlinason y Jaworski y eran tremendamente dañinas las pérdidas acumuladas.

Menos revoluciones

Tras la reanudación, el choque perdió ritmo y filo por la sucesión de personales y técnicas señaladas. Los de Ponsarnau quisieron recomponerse provocando un par de pérdidas en el rival y sumando desde la línea de tiros libres, pero volver a estar en disposición de competir por algo positivo era una quimera para los visitantes, que bastante tenían con tratar de fabricar un resultado final lo menos dañino posible. Al menos consiguieron cortar el caudal de puntos baskonista y ganar el parcial del cuarto (14-22), pero el 85-68 a diez minutos del final seguía siendo sinónimo de sentencia. No dio el partido para mucho más. El marcador se movió hasta el final en diferencias constantes alrededor de los veinte puntos y el conjunto vizcaino logró que el resultado final quedara maquillado. El daño ya estaba hecho antes del descanso.