La victoria cosechada el pasado martes en tierras checas, la más amplia de su historia al someter al Basket Brno por un arrollador 51-105, ha ejercido un efecto analgésico en el Surne Bilbao Basket, dolorido desde la cabeza a los pies después de que las dos derrotas de la semana anterior con guiones radicalmente opuestos (resultado adverso en Miribilla ante el Peristeri después de gozar de una renta de 18 puntos y varapalo en Badalona ante el Joventut con un 31-6 adverso en un primer cuarto sin canastas en juego de los hombres de negro) hicieran mucha mella en un grupo humano aún en formación, retrasado en su proceso de ensamblaje por las vicisitudes de la pretemporada y sin poder juntar aún a los doce miembros de su rotación no ya en un partido, sino ni siquiera en una sesión de entrenamiento.

Prueba ante Andorra

Se contaba con esa victoria en República Checa por la enorme diferencia de calidad y recursos entre ambas escuadras, pero lo mejor de esa cita fue la seriedad, aplomo y contundencia con la que se aplicó la escuadra vizcaina de principio a fin, sin altibajos, haciendo gala de una capacidad de reacción que, sin embargo, deberá ser confirmada este domingo en Miribilla (17.00 horas) bajo fuego real, en la visita de un Morabanc Andorra que llega a Bilbao después de haber estrenado su casillero de triunfos la pasada jornada de manera absolutamente taquicárdica: pasó de ganar por 18 puntos en el tramo final del primer acto a llegar a perder por trece en el tercero; forzó la primera prórroga con un canastón histórico desde más de 25 metros del exhombre de negro Rafa Luz y acabó imponiéndose en la segunda por un ajustadísimo 115-113 con el rival fallando dos lanzamientos en la última jugada.

Para refrendar ese paso al frente, los de Jaume Ponsarnau tendrán que seguir limando aquellos aspectos del juego en los que sus engranajes todavía chirrían, siendo probablemente el más acuciante su rendimiento ofensivo, centrado sobre todo en sus ataques estáticos según el propio entrenador catalán. El conjunto vizcaino ha aumentado considerablemente su número de posesiones por encuentro (actualmente está en 82,7, quinto de la Liga Endesa, casi siete más que en el anterior ejercicio), pero su eficiencia ofensiva (puntos anotados por el equipo cada 100 posesiones) es la más baja de toda la Liga Endesa, con 93,5. La muestra para el análisis se limita a solo tres encuentros, pero en los mismos ha quedado comprobado, en mayor o menor medida, los importantes problemas de los hombres de negro para ser efectivos de cara al aro rival sobre todo cuando no controlan el rebote y no pueden correr.

Porcentajes

La esperada mejora en el suministro de puntos, sobre todo vía mayor acierto desde la línea de tres puntos, con esta nueva plantilla todavía no se ha producido, sobre todo porque piezas capitales y llamadas a llevar el peso del ataque no han arrancado acertadas. Es el caso de Darrun Hilliard (45,5% en lanzamientos de dos puntos y horrible 13,3% en triples) o un Justin Jaworski (35,7% y 28,6%, respectivamente) que sigue trabajando para poder llegar el choque del domingo tras la lesión sufrida en su rodilla el pasado domingo, que finalmente se quedó en una entorsis. Visitar de manera tan tempranera a equipos tan bien armados como Unicaja o Joventut no ayuda a lucir buenos guarismos ofensivos, pero tampoco hay que olvidar que en la victoria en casa ante el San Pablo Burgos los hombres de negro no pasaron del 21% de acierto desde más allá de la línea de 6,75 y fallaron también trece tiros libres. Eso sí, anotaron 95 puntos.

En estos momentos, el Surne Bilbao Basket figura entre los cuatro últimos en lo referente al acierto en las tres categorías de lanzamiento, 15º de tres (26%) y de dos (50%) y 16º de tiro libre (67,3%), algo a lo que conviene poner remedio cuanto antes.