“En ACB hemos ganado menos partidos, pero hemos jugado mejor”
El técnico de los ‘hombres de negro’ analiza una temporada que ha acabado siendo histórica, con una salvación holgada en la Liga Endesa y el título de la FIBA Europe Cup como gran guinda del 25º aniversario del club
Teniendo en cuenta tanto ACB como FIBA Europe Cup, ¿qué nota le pone al curso?
Habiendo sumado solo once triunfos me cuesta ser superoptimista. Pero claro, el éxito de la FIBA Europe Cup… Es que es muy difícil ganar. Le pondría un notable. Y no solo valoraría los resultados, sino también el nivel de juego. Creo que hemos jugado bien y, sobre todo, hemos defendido muy bien. Nuestros parámetros son de ser uno de los mejores ocho, nueve o diez equipos de la liga. Y en defensa estaremos sextos o séptimos. Es un valor que hemos tenido, pero las victorias no han sido más porque no hemos ganado muchos partidos ajustados.
¿Le queda la sensación de que el equipo podría haber ganado más?
Sí, incluso te diría que al interpretarlo te frustra. Pero es lo que ha pasado y también se debe poner en contexto que ha habido jugadores que han sido muy protagonistas, que han tenido que dar un paso de responsabilidad y eso ha afectado a muchas cosas. Hemos sido un buen equipo de tiro libre, pero en los finales de partido no lo hemos sido. Y el factor rebote… Siempre ha habido algún rebote importante que nosotros no hemos cogido y el otro equipo sí para acabar ganando. Luego está el porcentaje de tres. No ha sido bueno y en los momentos clave de los partidos se ha notado. El día que los hemos metido hemos ganado los duelos en esos puntos de inflexión.
El equipo acaba con once triunfos en ACB. Hace dos años fueron 14 y 13 el pasado, pero el margen de seguridad se ha mantenido. Se han movido en parámetros similares al resto de la zona media-baja.
Exacto. Este año ha habido más equipos que han aspirado al umbral de play-off. Eso ha hecho que el grupo de abajo estuviera un poco más consolidado. Casi todo el año hemos sido los mejores de ese grupo de abajo, hasta este tramo final. Ha sido así porque en casa hemos sido un equipo muy sólido para ganar los duelos trascendentales.
Han perdido cuatro partidos en prórrogas, diez por diferencias de un dígito… ¿Se puede decir que el equipo ha ganado menos partidos pero ha competido mejor?
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“Nuestros parámetros son de ser uno de los ocho, nueve o diez mejores equipos de la liga, pero no hemos ganado muchos duelos ajustados”
No sé si la palabra es competir o jugar. Hemos jugado mejor, nuestros parámetros son mejores en defensa y en ataque respecto al anterior curso. Creo que hemos dado un paso al frente. Lo que pasa es que hay un par de parámetros que han hecho que nuestro nivel de competitividad sea menor: el rebote y el tiro de tres.
En casa han sido infalibles ante los rivales de la zona media-baja, ganando con contundencia esos partidos de máxima exigencia.
Ha habido un factor importante, que ha sido que nuestra pareja de bases estuvo muy bien en todos esos partidos. En Europa ganamos todos los partidos que había que ganar, en ACB en casa también, pero es cierto que fuera, especialmente cuando los partidos se han puesto muy duros y físicos, nos ha costado encontrar cómo cerrarlos, aunque hasta esos momentos se habían jugado bien.
En Europa han ganado eliminatorias que parecían perdidas y en ACB, por contra, no han sido capaces de rematar situaciones en las que había que gestionar ventajas.
Totalmente de acuerdo. En esos instantes finales igualados en los que el criterio arbitral cambia y no pita nada hemos encontrado más calidad en Europa que en ACB, donde probablemente nos ha faltado algún jugador más protagonista. Pero no sé si teniendo algún protagonista más diferencial habríamos jugado tan bien y habríamos llegado tan bien a esos momentos finales.
La mejora esperada en el triple no ha llegado, incluso fabricando situaciones favorables de tiro.
Hemos logrado ataques con buenos tiros, pero no hemos sido eficaces. Creíamos que este año podíamos dar un paso al frente y no ha sido así. Factores como las lesiones han entorpecido esa mejora. El fichaje de Cazalon era para romper esa dinámica y por su lesión no nos ha podido ayudar tanto. También hemos tenido jugadores que han necesitado cogerle el pulso a una ACB en la que puedes encontrar un tiro bueno pero tienes poco tiempo para aprovecharlo.
En cambio, la defensa les ha dado una gran red de seguridad.
“Una de las cosas de las que estamos más contentos es de la capacidad de adaptación a las nuevas realidades que han ido apareciendo”
Volvimos a plantear un tipo de defensa muy táctica, que para hacerla bien requería jugadores con buena capacidad no solo física y donde teníamos un jugador muy protagonista, que es Hlinason. Y nuestra defensa ha sido de las mejores de la liga no teniendo a los mejores defensores. Hay equipos que no han hecho tan buen trabajo teniendo mejores especialistas. Ir un poco a contracorriente en este aspecto dificulta las cosas a los rivales. También le damos mucho valor a que cuando se lesionaron Tryggvi y Jones tuvimos que cambiar y adaptarnos y el equipo respondió muy bien con Bagayoko y Sylla. Una de las cosas de las que estamos más contentos esta temporada es de la capacidad de adaptación a estas nuevas realidades que han ido apareciendo.
Dejando a un lado el título en Salónica, ¿qué momento se le queda grabado o considera el mejor?
El triunfo en casa contra el Real Madrid, que fue muy pronto. Para mí fue un síntoma muy bueno de que éramos un equipo que, desde el acierto, podíamos ganar a cualquiera. Pero a partir de ahí fuimos perdiendo confianza en algunos jugadores y de ser un equipo muy sólido en cuanto a poder ganar encuentros desde los titulares o desde los reservas hubo momentos en los que había piezas a las que no les salían las cosas, desacertados, aparecieron las lesiones, las readaptaciones a los momentos de forma... Ahí vimos que no podíamos ganar a cualquiera. Que podíamos jugar bien contra cualquiera, pero no ganar a cualquiera. Fue un punto de inflexión.
¿Cuál es su nivel de satisfacción personal con la temporada?
“Las tres eliminatorias continentales ante Tofas Bursa, Dijon y PAOK fueron tremendamente especiales, no las olvidaremos nunca”
Estoy muy satisfecho en la parte que tiene que ver con mi responsabilidad sobre cómo nos hemos ido adaptando a las distintas circunstancias, pero no estoy muy contento de que a nivel de gestión no haya encontrado la forma de hacer alguna cosita mejor. Ha habido una dificultad muy grande porque al final hemos sido un grupo muy largo por lesiones, fichajes, jugadores temporales como Silverio que no encajaban, la llegada de Cazalon, la irrupción de Rubén Domínguez... Todo eso a nivel de gestión humana ha sido muy difícil. Y no todo el mundo estará contento, pero el hecho de que todos hayan estado preparados lo veo como una cosa muy positiva.
Ahora que ha pasado cierto tiempo, ¿cómo valora el título conquistado en Salónica?
Que el club conquiste su primer título europeo justo en su 25º aniversario... Lo he visto como un gran premio. No para los que estamos ahora, sino para los que han hecho todo lo posible para que esto siga existiendo. Ver lo contenta que estaba nuestra afición, que tanta gente lo haya disfrutado y apreciado ha sido muy especial. Te sorprendían todas las muestras de cariño, la alegría. Todo era un refuerzo para disfrutarlo un poquito más.
El próximo será su cuarto curso en Bilbao, su experiencia más larga desde Manresa. ¿Qué le dice eso?
Venía de una muy mala experiencia en Zaragoza y en ese momento una de las cosas que valoré a la hora de venir fue que en este proyecto podía ser yo mismo como técnico. Eso me gustaba y creía que esto podía funcionar muy bien. Creo que mi forma de ser encaja bastante en cómo sois en Bilbao y en todo el territorio y que si las cosas salían bien podía haber una buena simbiosis. Estoy muy contento de que esto perdure, siendo consciente de que algún día se acabará, así es la vida y la profesión del entrenador. Pero lo vivido nunca será borrable.