“Si alguna cosa destacaría de nuestro rival es que es un equipo intenso, con una intensidad que propone desde la defensa siempre con muchas decisiones agresivas, con mucha participación colectiva. En ataque quiere jugar en todo momento con mucho ritmo, no tanto al contraataque pero sí que te mueve todo el rato y es muy difícil defenderles a lo largo de todo el ataque porque siempre juegan dinámico. Tienen jugadores con talento y buen físico y sin ninguna duda va a ser una eliminatoria muy difícil. Jugamos allí los primeros cuarenta minutos y esperamos hacerlo lo mejor posible, pero siempre teniendo en cuenta que quedarán cuarenta más”. Así definió el domingo Jaume Ponsarnau al JDA Bourgogne Dijon, el rival del Surne Bilbao Basket en una semifinal de la FIBA Europe Cup que hoy (20.00 horas) vivirá su partido de ida en territorio francés. El conjunto vizcaino conoce ya esta altura competitiva en el considerado cuarto torneo continental. La alcanzó el pasado curso, el de su debut, siendo eliminado por el Chemnitz alemán, posterior campeón, y ahora saborea la oportunidad de dar un paso más y alcanzar la final tras pasar un durísimo examen en los cuartos del final ante el potente Tofas Bursa.

Cuadro de la semifinales de la FIBA Europe Cup DEIA

No lo tendrá nada sencillo, pues el Dijon es un conjunto compacto y bien armado que partiendo como los hombres de negro desde la fase previa, en la que eliminó con mucha facilidad al Dinamo Zagreb, ha mostrado su mejor versión continental en los cuartos de final contra el Ludwigsburg alemán, venciendo por más de diez puntos ambos encuentros. Superó la primera fase como segundo del Grupo H perdiendo los dos encuentros precisamente contra el equipo alemán, y en la segunda no lo tuvo en absoluto sencillo. Arrancó con una dura derrota en la cancha del Oradea (98-77), sufrió muchísimo para derrotar en casa al Kalev/Cramo estonio (96-93) y se colocó 1-2 tras caer en Salónica ante el PAOK (95-81), pero se adjudicó las últimas tres citas no sin sobresaltos, sobre todo en el 87-86 tras prórroga ante los rumanos con canasta sobre la bocina de Markis McDuffie tras rebote ofensivo.

En su competición doméstica, la escuadra que dirige Laurent Legname ocupa la décima posición, con un balance de diez victorias y doce derrotas. El pasado sábado derrotó en su cancha al Le Mans, sexto, por un ajustado 76-74 gracias a un tapón de Gregor Hrovat sobre el intento de triple final de Trevor Hudgins.

Para este encuentro, el conjunto galo contará con la baja del veteranísimo base estadounidense David Holston, toda una institución en la entidad. Durante el curso ha llevado a cabo dos variaciones en su plantilla –salieron Kyler Edwards y Josh Obiesie y llegaron el alero esloveno Gregor Hrovat y el escolta estadounidense Phil Booth– para acabar de dar forma a una rotación funcional y con buen poderío físico. Axel Julien asume ahora mayores responsabilidades en la dirección de juego, Booth y el prometedor Ilias Kamardine aportan desde la posición de escolta, Hrovat, uno de los favoritos de la grada, suma mucho desde la posición de alero con Jean-Philippe Dally guardándole las espaldas y por dentro no tienen muchos centímetros pero sí jugadores vitales en la faceta anotadora como Markis McDuffie y el alemán Christian Sengfelder, con Gavin Ware y Allan Dokossi ofreciendo relevos.

El conjunto vizcaino trabajó en la tarde de ayer en el escenario de la contienda, un Palais des Sports Jean Michel Geoffroy que espera superar en esta cita los dos mil espectadores por segunda vez esta temporada en una cita continental. Con catorce jugadores en la expedición, Ponsarnau tendrá que realizar una vez más dos descartes para cumplir con la obligación de incluir cinco cupos en la convocatoria y según los últimos compromisos todo apunta a que Tomasz Gielo y Kristian Kullamae dejarán sus plazas a Amar Sylla y Bassala Bagayoko. El objetivo no es otro que buscar el mejor resultado posible teniendo siempre en cuenta que quedarán cuarenta minutos en Miribilla para sentenciar la eliminatoria. Intentar explotar la superioridad de talla en el juego interior y aguantar la propuesta física rival serán dos de las premisas principales para salir vivos del primer asalto dentro del reto de intentar cazar el gran premio que supone jugar una final continental.