Un triple de casi ocho metros sobre la bocina de Muhammad-Ali Abdur-Rahkman envió a la lona al Tofas Bursa y selló el billete para las semifinales de la FIBA Europe Cup para un Surne Bilbao Basket que protagonizó en tierras turcas un ejercicio de supervivencia digno de matrícula de honor (102-93). El conjunto vizcaíno, que viajó con un colchón de doce puntos fabricado en la ida, caminó sobre el alambre durante gran parte de la contienda, llegó a tener una desventaja de 19 puntos en el amanecer del acto final (85-66) ante un contrincante que jugó un sobresaliente partido en la parcela ofensiva, pero no tiró la toalla en ningún momento. En la antesala de la final continental, el rival será el Dijon francés, con la ida en Francia el 26 de marzo y la vuelta en Bilbao el 2 de abril.

Aguantó a base de pura fe el conjunto vizcaino el vendaval que tuvo en contra, con los de Orhun Ene luciendo un estratosférico 10 de 12 en triples, nada que ver con el 2 de 20 del primer choque, y no se rindieron en ningún momento, ni siquiera cuando tras un 95-88 a minuto y medio del final que ofrecía ciertas garantías encajó dos tiros libres del diabólico Marcques Reed y un triple de Alex Perez-Kaufmann que amenazaban con la prórroga. Con el 102-90 en el luminoso y 13 segundos en el reloj, Jaume Ponsarnau se la jugó poniendo la última bola en manos del escolta estadounidense, que en el cambio defensivo se quedó con el intimidante Kris Bankston. Sin posibilidad de penetrar, amasó bola, dio un pasito atrás para ganar espacio, activó su muñeca desde casi ocho metros y el balón besó la red. Limpio. Inmaculado.

Así se resolvió un duelo taquicárdico en el que el conjunto vizcaino tuvo la virtud de saber diversificar recursos en el momento de la verdad para hacerse valer. Y es que en los compases de mayor posibilidad de naufragio dieron pasos adelante impresionantes Marvin Jones (17 puntos), Harald Frey, Malcolm Cazalon, con un par de canastas importantes, y, sobre todo, el propio Abdur-Rahkman, que descansó poco más de tres minutos para acabar con 24 puntos con seis triples anotados. Con Tryggvi Hlinason y Thijs De Ridder portando la bandera en los anteriores cuartos, la tan deseada coralidad, y el empecinamiento de no rendirse en ningún momento marcó las diferencias ante un rival tremendamente dañino.

Peligro

El encuentro arrancó con los visitantes llegando con cierta facilidad a las cercanías del aro rival de la mano de De Ridder y Hlinason, pero el Tofas Bursa no tardó en activar a Pasecniks y Reed para que los compases iniciales transcurrieran por derroteros de igualdad (15-15 pasado el ecuador del primer acto). Pero pese a los dos triples de Abdur-Rahkman, los de Orhun Ene no tardaron en hacerse con el control del luminoso. Lo consiguieron cuando tuvieron la oportunidad de correr aprovechando errores de los de Ponsarnau, lo que unido a dos triples seguidos de Uros Trifunovic hizo que el primer acto se cerrara con un adverso 30-25. Demasiados puntos permitidos por parte de los de Ponsarnau.

El conjunto anfitrión, que además activó a Kris Bankston, jugaba demasiado cómodo, mientras que al Surne Bilbao Basket le costaba demasiado encontrar puntos en ataque, con demasiados errores en situaciones de uno contra uno en las distancias cortas. En ese ecosistema, la primera desventaja de dobles dígitos se acercaba pasito a pasito, hasta que a 6:48 del descanso los turcos conseguían poner ya el equilibrio en la eliminatoria tras el triple de Demir para el 39-27. Dragic y De Ridder intentaron sacar a los suyos del bache, pero entre que la fluidez de ambos equipos era completamente opuesta y que los árbitros tampoco terminaban de actuar de manera funcional la herida seguía siendo amenazadora. Seis puntos seguidos de Perez-Kaufmann fabricaron una nueva brecha de doce puntos (47-35) y al menos los de Ponsarnau tuvieron la virtud de aferrarse al encuentro activando la muñeca de Abdur-Rahkman, alcanzando el ecuador de la contienda con un esperanzador 53-46 tras triple de Frey. Hasta ese momento, el brutal 75% en triples de los otomanos (seis aciertos de ocho intentos) marcaban la diferencia.

Sobre el alambre

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Y todo se complicó aún más a regreso de vestuarios. El Tofas Bursa apenas necesitó un minuto y quince segundos para volcar la eliminatoria. El parcial de 9-0 con el que dio inicio al tercer cuarto dinamitó el choque (62-46). La luz roja de alarma se encendió en las filas de los hombres de negro y Abdur-Rahkman y Hlinason, con sendas jugadas de tres puntos, salieron a auxiliar a los visitantes que, sin embargo, fallaron dos triples liberados que hubieran servido para recuperar la compostura. Lo consiguió a la tercera Melwin Pantzar (67-55), pero el Surne Bilbao Basket se veía incapaz de frenar la exuberancia anotadora de los turcos, lo que les obligaba a caminar sobre el alambre. El Tofas Bursa movía el balón con criterio, hacía daño en el rebote ofensivo y en caso de fallo ahí estaba Bankston para rebañar y meter por el aro todo balón que quedara suelto. Los de Ponsarnau, a base de coraje, llegaron a recuperar fugazmente el control de la eliminatoria (76-66), pero Reed entró en acción para hacer que la contienda llegara a sus diez minutos finales con un 80-66.

El conjunto vizcaino acumulaba ya demasiados minutos sobre la cuerda floja y el tortazo parecía cercano. Arrancó el último acto con un par de pérdidas y Perez-Kaufmann quiso vestirse de ejecutor (85-66). Intentaron salir de las cuerdas los hombres de negro de la mano de Frey y Jones con un buen 2-9 (87-75), pero Reed, con un dos más uno y una jugada de tres tiros libres, no estaba por la labor. Con un triple de Cazalon y un mate de Jones, el Surne Bilbao Basket soñó con imponer su espíritu de supervivencia (93-84), más aún cuando Abdur-Rahkman se unió de nuevo a la causa. El 95-88 a 1:39 del final parecía tranquilizador, pero los exteriores del Tofas quisieron complicar el asunto hasta que Muhammad-Ali les envió a la lona.