Un mes después de su llegada al Surne Bilbao Basket procedente del Estrasburgo, Malcolm Cazalon ocupa ya un lugar destacado en las rotaciones de Jaume Ponsarnau. En el encuentro del pasado domingo ante La Laguna Tenerife, el quinto que disputa como hombre de negro, lideró en anotación (12 puntos), valoración (15 créditos) y asistencias (tres) a su equipo y su propio técnico destacó su labor en cancha y valoró lo mucho que puede ofrecer al colectivo. “Creo que claramente ha sido el jugador que más cosas ha aportado en el partido. Incluso en defensa ha estado mucho más encajado hoy a pesar de la dificultad de tener que frenar a un rival que ataca tan bien. Estamos en ese proceso de que cada vez sea más importante en lo referente a la creación de juego. Nos gusta su capacidad de creación y en eso ha demostrado que es un buen jugador. Tenemos que seguir aprendiendo a jugar con él y para él y él, por su parte, a hacerlo con sus compañeros. Ahora tenemos una semana para crecer en todo esto, pero está claro que Malcolm nos gusta. Nos gusta tenerle en el equipo”, aseguró el domingo.

Lo cierto es que Cazalon ha ido ganándose más minutos y protagonismo en los esquemas de Ponsarnau desde que el 2 de marzo debutara ante el Bàsquet Girona. El alero francés fue reclutado por la entidad de Miribilla para reactivar su rotación exterior, necesitada de mayor amenaza y nivel de acierto desde la línea de 6,75 después de que la apuesta previa por Omar Silverio, que casualmente visitará el Bilbao Arena el próximo domingo como jugador del Coviran Granada, no saliera como se esperaba. Hasta el momento, el exterior de 23 años ha demostrado ser un jugador que en absoluto desentona en una competición de la exigencia de la Liga Endesa. Es precisamente en el triple donde todavía no está consiguiendo acercarse a los niveles de efectividad mostrados en la liga gala (43,8% en nueve encuentros), pero en el resto de facetas del juego (penetraciones a canasta, ayuda en el rebote, generación de juego, dinamismo, trabajo defensivo...) su aportación está siendo más que correcta, con sensación de que aún puede ir a más. En las tres citas de la competición doméstica que ha disputado hasta el momento promedia 6,3 puntos, con un 75% en tiros de dos puntos y un paupérrimo 16,7% desde la distancia de tres puntos (dos dianas de doce intentos), tres rebotes y 2,3 asistencias. Además, en las dos citas contra el Tofas Bursa en la eliminatoria de cuartos de final de la FIBA Europe Cup aportó 7,5 puntos de media con un 80% en las distancias cortas e intermedias y un mucho mejor 40% (2 de 5) desde la larga.

Jugando principalmente en la posición de alero, su minutaje ha ido incrementándose sin prisa pero sin pausa desde los 16 minutos y medio en su presentación en sociedad ante el Bàsquet Girona hasta los casi 22 del pasado domingo. De hecho, en los tres últimos encuentros que han disputado los hombres de negro –las visitas a Valencia y Bursa y el duelo ante los de Txus Vidorreta– ha sido, por detrás de Muhammad-Ali Abdur-Rahkman, el segundo jugador más utilizado por Ponsarnau dentro de la extensa rotación de escoltas y aleros con la que cuenta el técnico y que incluye a Rubén Domínguez, Kristian Kullamae, Zoran Dragic y Xavi Rabaseda.

Con el catalán contando ya solo en circunstancias puntuales, ha sido el tres esloveno, junto al combo estonio, utilizado sobre todo como director de juego por diversas circunstancias en las últimas citas, la pieza que más ha visto menguar su presencia en cancha desde el aterrizaje del francés, hasta el punto de que en los tres últimos encuentros de la Liga Endesa ha registrado su menor minutaje en la competición, siendo muy llamativo que en los mismos ni siquiera llegara a saltar a cancha en los últimos cuartos, al igual que aconteció en el decisivo encuentro continental disputado en Bursa. En los mismos, su rendimiento ofensivo ha sido escaso (dos, cero y seis puntos), inmerso en una horrible racha de desacierto desde la larga distancia, con un 2 de 22 en las seis citas de la segunda vuelta que se llevan disputadas.

Ponsarnau lleva semanas insistiendo en la necesidad de “tener continuidad” para asentar y tratar de sacar el mayor provecho posible a la nueva asignación de roles tras los cambios producidos en la plantilla. En los mismos, Malcolm Cazalon ha ganado mucho terreno y está llamado a tener un papel muy protagonista en el tramo decisivo del ejercicio.