“No nos vamos a volver locos por hacer todo lo posible para ser primeros y sí que priorizamos competir el partido de la mejor manera posible, pero también ayudándonos a crecer en esta nueva realidad que estamos viviendo. A ver si podemos sumar algún jugador más a la causa. Si aparecen opciones para ser primeros de grupo, bienvenidas sean, pero estamos más centrados en hacer un buen partido y en aprovecharlo para dar pasos adelante como equipo”. Así afronta el Surne Bilbao Basket, en palabras de Jaume Ponsarnau, el encuentro que disputará hoy en Le Portel para poner cierre al Grupo L de la FIBA Europe Cup y en el que los hombres de negro apurarán sus opciones de acabar como primeros clasificados, circunstancia que se complicó la pasada semana al cosechar en la pista del Cholet su primera derrota continental del curso. Atendiendo a lo afirmado por el técnico catalán, no hay ni la más mínima intención de exprimir a jugadores importantes y sí deseo de intentar competir a base de que piezas de las que se espera y desea un paso al frente dispongan de protagonismo y minutaje en un entorno competitivo ante un rival ya eliminado con una sola victoria en esta segunda fase de grupos, que en el Bilbao Arena cayó por 74-65 y que el pasado viernes cosechó una importantísima victoria (92-75) ante el Le Mans en su lucha por abandonar los puestos de descenso en la Betclic Elite francesa.
El conjunto vizcaino es consciente de que tiene muchas papeletas para terminar segundo de grupo y jugar los cuartos de final con el factor cancha en contra. Empatado con el Cholet con un balance de 4-1 y con el average particular entre ambos también igualado, si los dos equipos cosechan el mismo resultado lo decisivo será el diferencial general de puntos, que ahora mismo favorece claramente a los franceses (+47 contra +28), que mañana visitarán al Banco di Sardegna Sassari sabiendo, por lo tanto, el resultado de los hombres de negro. La posibilidad más factible para que los de Ponsarnau acabaran primeros sería conjugando un triunfo propio con la improbable derrota de los galos en Sassari. En cuanto a los cruces de cuartos, el segundo clasificado de este Grupo L, que se resolverá mañana, se medirá al Casademont Zaragoza o al Tofas Bursa. Al primero se le sumará el Oporto como posible contrincante a añadir a turcos y aragoneses.
Revitalizado por el contundente triunfo del domingo ante el Hiopos Lleida en un momento liguero complicado tras acumular cuatro derrotas seguidas, la escuadra vizcaina quiere seguir llenando su depósito de confianza y buenas sensaciones antes de que la visita del próximo sábado al Baxi Manresa dé paso al largo parón competitivo de febrero. La llegada al equipo de Omar Silverio con Xavi Rabaseda y Kristian Kullamae ya recuperados de sus lesiones ha generado un overbooking de jugadores en las posiciones exteriores y Ponsarnau, que además gusta de juntar en cancha a sus dos bases en momentos concretos, sigue dándole vueltas a su rotación para tratar de exprimir las virtudes de sus piezas y acabar de saber si el dominicano le puede ser útil a partir del mencionado parón. Estas pruebas provocaron el domingo que el escolta estonio se quedara sin saltar a cancha y que el catalán apenas gozara de minutos, con Muhammad-Ali Abdur-Rahkman, Zoran Dragic, Rubén Domínguez y el propio Silverio acaparando casi todos los focos. Será interesante comprobar por lo que opta hoy el banquillo bilbaino.
El Le Portel ya demostró en la segunda mitad del duelo de Miribilla que es capaz de revolverse si su rival se relaja. Con Deondre Burns, DeAndre Gholston y Kristers Zoriks generando peligro por fuera, la capacidad para lanzar desde la línea de 6,75 de John Nunge o Digue Diawara y buena intendencia por dentro, no será un equipo fácil de batir.