El Surne Bilbao Basket figura ya entre los ocho equipos que disputarán los cuartos de final de la FIBA Europe Cup. Selló su billete este miércoles con otra inapelable victoria (77-60) ante el Banco di Sardegna Sassari en un choque que dominó de principio a fin a lomos del excelente Melwin Pantzar, acompañada de la conquistada por el Cholet ante el Le Portel en el otro encuentro del Grupo L.
Admitió en la previa Jaume Ponsarnau que iba a aprovechar la cita para asumir riesgos con minutos para el debutante Omar Silverio (sumó ocho puntos con cuatro pérdidas por no estar todavía en sintonía con sus compañeros y un puñado de triples se le quedaron cortos) y convocatoria para Bassala Bagayoko (no jugó), pero finalmente tuvo que hacer más de las deseadas pues Amar Sylla se lesionó en los primeros compases del segundo acto y Harald Frey apenas jugó el segundo tiempo pues volvió a notar molestias en su tobillo izquierdo.
Pese a todo, los anfitriones dominaron el encuentro a su antojo. Solo los errores en el lanzamiento les impidieron romperlo mucho antes, aunque aprovecharon las rachas de acierto para que su distancia de seguridad fuese sólida casi siempre, con Muhammad-Ali Abdur-Rahkman y Xavi Rabaseda, ambos con 13 puntos, ejerciendo de principales compinches de Pantzar, máximo anotador con 15, y un magnífico trabajo defensivo durante todo el segundo tiempo que se le hizo bola al equipo italiano, al que el duelo se le hizo demasiado largo al activar solo a ocho jugadores.
Consistencia
Tras una primera fase de contacto, con Miralem Halilovic haciendo un buen trabajo para los suyos debajo del aro, el conjunto vizcaino se hizo con el control del partido (12-4) en el momento en el que enlazó un parcial de 10-0 a lomos del fugaz acierto en el triple y de las penetraciones del imparable Pantzar. Sin embargo, ni los de Nenad Markovic se deshicieron ni los de Ponsarnau encontraron la continuidad suficiente para romper el partido, llegándose a la conclusión del acto inaugural con un 20-14.
Con Silverio recibiendo sus primeros minutos, los italianos apostaron por el ‘small ball', con Eimantas Bendzius de pívot, para fabricar un 0-7 que les puso en ventaja en el luminoso, pero los anfitriones, perdiendo por el camino a Amar Sylla, que tuvo que retirarse a vestuarios ayudado por compañeros y sin poder apoyar en el suelo su pie izquierdo, les devolvieron el golpe sin rechistar. El Surne Bilbao Basket, pese a la resistencia de Halilovic y Brian Fobbs, dominaba las constantes vitales de la cita, pero los fallos en lanzamientos claros le impedían romperla. Con buen criterio a la hora de mover la bola, volvió a coger impulso hasta un más que interesante 39-28 a 2:39 del descanso tras un ‘dos más uno’ de Rabaseda, pero nuevos fallos en el tiro (3 de 16, 18,8% desde la distancia triple en los dos primeros cuartos) permitieron al Banco di Sardegna Sassari no desconectarse, recuperar algo del terreno perdido y llegar al ecuador de la cita con un 41-33.
Demarraje
Tras la reanudación, el panorama no cambió demasiado y los italianos recuperaron el rebufo (41-38) con cinco puntos seguidos de Alessandro Cappelletti. Sin embargo, tras seguir acumulando fallos desde el triple, el equipo local anotó dos de los más complicados, uno con adicional de Pantzar y otro de Rabaseda, y cuando Silverio se unió a la causa quedó fabricada la rampa de despegue hacia un el demarraje definitivo porque, además, el trabajo de retaguardia fue intachable, repleto de intensidad y dinamismo con Abdur-Rahkman ejerciendo de base pues Frey volvió a notar molestias en su tobillo izquierdo. La renta de los locales llegó hasta los quince puntos antes de alcanzar los diez minutos finales con un interesante 59-47.
No hubo mucha más historia. Los italianos no tuvieron recursos para apostar por la rebelión ante la muy bien armada retaguardia bilbaina y entre Rubén Domínguez, Abdur-Rahkman y Rabaseda confeccionaron un cómodo final. Impoluto doce de doce en el epígrafe de citas continentales y gran parte del primer puesto del grupo se pondrá en liza dentro de dos semanas en la visita de los ‘hombres de negro’ a la cancha del Cholet.