El Surne Bilbao Basket ve la luz con una clara victoria ante el Manresa (88-73)
El conjunto vizcaino rompe el choque en el tercer acto de la mano de un imperial Zoran Dragic y pone fin a una racha de cinco derrotas seguidas en ACB
Tras cinco derrotas consecutivas, siete en los últimos ocho encuentros, el Surne Bilbao Basket ha vuelto a ver la luz este domingo en Miribilla con una clara victoria ante el Baxi Manresa (88-73), la número 300 en la Liga ACB, que le permite recuperar tranquilidad y confianza después de semanas en las que el desacierto generalizado había hecho mucha mella en el colectivo. Los de Jaume Ponsarnau afrontaban un choque de máxima exigencia en lo mental y en lo deportivo (lo arrancaron en puestos de descenso) y supieron resolverlo de manera intachable, contundente, dominándolo de principio a fin y destrozándolo en el tercer acto (73-53) de la mano de un imperial Zoran Dragic.
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Pese a que el acierto desde la distancia triple no ascendió (28%, 6 de 21), el conjunto vizcaino recuperó la capacidad de superar la barrera de los ochenta puntos que había perdido el último mes y, por consiguiente, volvió a estar en disposición de pugnar de tú a tú contra uno de los contrincantes más eléctricos de la competición. Además, supo hacer valer su defensa, muy bien armada de principio a fin con un Tryggvi Hlinason dominador debajo de su aro, y los de Diego Ocampo se quedaron muy lejos de su habitual nivel de lucimiento más allá del talentosísimo Mario Saint-Supery.
Los ‘hombres de negro’ supieron encontrar de manera sostenible caminos para penetrar con eficacia hasta el aro manresano y su 75% en tiros de dos puntos marcó diferencias insalvables pues el rival, muy empequeñecido, quedó limitado a un mal 46% por la gran solidez de la retaguardia bilbaina. Con Harald Frey aportando los puntos desde el perímetro (19 puntos, 4 de 6 en triples), Melwin Pantzar recuperando su versión punzante del arranque de curso (13 puntos con una gran toma de decisiones a la hora de buscar el aro) y Thijs De Ridder luciendo en las distancias cortas, todo fue mucho más sencillo.
Pero por encima de ellos lució un Dragic superlativo, con 24 puntazos. Su partido en ataque solo tuvo el borrón de no haber anotado sus tres intentos de tres puntos, pero su 8 de 9 en tiros de dos puntos, con penetraciones a canasta de altísima escuela, y sus ocho lanzamientos libres anotados sin fallo fueron el pilar sobre el que su equipo construyó una victoria que necesitaba como el comer.
Notable arranque
El conjunto vizcaino arrancó el partido muy sólido y compacto, con su retaguardia muy bien armada ante la efusividad del conjunto catalán. Pese a que los triples no entraron, los de Ponsarnau, verticales, encontraron constantes pasillos hacia el aro manresano y consiguieron dominar el luminoso con cierta comodidad y, pasito a pasito, colocaron la primera ventaja de dobles dígitos a su favor a 2:59 de la conclusión del acto inaugural: 17-7. Con Marvin Jones aportando puntos de segunda unidad y Frey rompiendo el gafe desde la línea de 6,75, los anfitriones pudieron mitigar la electricidad ofensiva de Saint-Supery y cerrar los diez primeros minutos con un 27-15 que sonaba a música celestial.
Pese a dejarse puntos sencillos por el camino (un triple liberado de Dragic, dos tiros libres de Hlinason…), el Surne Bilbao Basket tuvo en su solidez defensiva el mejor arma para atar en corto a los visitantes a pesar de que Derrick Alston Jr. empezó a dar señales de vida. Con su rival encontrando suministro de puntos cerca del aro, Ocampo llamó a capítulo a los suyos a 4:19 del descanso con un 36-24 en el luminoso. Los visitantes reaccionaron con cinco puntos seguidos de rebote ofensivo y Frey intentó mantener la brecha local abierta con un triple, pero el Baxi Manresa hizo mucho daño en el aro bilbaino para amenazar con el 41-36 antes de que otro misil lejano del noruego dejara las cosas en un notable 44-36 en el ecuador de la contienda.
Su 81% en lanzamientos de dos puntos (13 de 16) era un tesoro para los de Ponsarnau pues solo Frey había sido hasta entonces capaz de anotar desde la distancia triple (3 de 8 global) y Abdur-Rahkman únicamente había sumado un punto de tiro libre por técnica (no anotó más en todo el choque), mientras que los siete rebotes de los visitantes en aro contrario constituían el principal aspecto de mejora.
Despegue
En la reanudación, un triple de Tomasz Gielo celebrado como un gol devolvió a los ‘hombres de negro’ su máxima renta hasta ese momento (49-36), pero tres balones perdidos seguidos impidieron en primera instancia lanzar un demarraje aún más contundente. En ese momento, Dragic decidió tomar cartas en el asunto y con tres penetraciones magistrales, una de ellas con tiro libre adicional, desató la estampida que llevó a los suyos a una ventaja de 19 puntos (65-46) pasada la mitad del tercer cuarto. El Manresa, claramente beneficiado en el reparto de faltas pese a su querencia por meter manos constantemente en defensa, intentó mantenerse a flote con constantes viajes a la línea de tiros libres, pero Jones, con un rebote ofensivo, y De Ridder, con un mate tras robo, permitieron al Surne Bilbao Basket aterrizar en los diez minutos finales con un extraordinario 73-53.
Con el choque perfectamente controlado pese a los intentos de rebelión de los de Ocampo y Pantzar recuperando sensaciones, el conjunto vizcaino llegó a los cinco minutos finales con una sólida ventaja (80-60). Entre decisiones arbitrales erróneas, que las hubo y bastantes, y pérdidas solo entendibles por la brutal tensión acumulada fruto de la necesidad local de volver a ganar, el Baxi Manresa lanzó un intento de voltereta a la desesperada, pero no pasó del 82-71. El Surne Bilbao Basket se impulsó hasta el 14º puesto de la tabla y pese a que sigue con balance de zona de descenso (4-8) tampoco se puede obviar que está a un éxito de la décima plaza tras una victoria que debe suponer el primer paso hacia su recuperación definitiva por las toneladas de lastre que se ha quitado de su espalda.