La FIBA Europe Cup es territorio Rubén Domínguez. El prometedor alero andaluz está encontrando en la competición continental que disputa el Surne Bilbao Basket un ecosistema perfecto para mostrar el talento que atesora y que apunta a convertirle en un futuro cercano en jugador de plenas garantías para la Liga Endesa, donde todavía no está gozando de minutos. Satisfecho de su papel en el grupo, no duda a la hora de señalar que “no tengo prisa, confío plenamente en Jaume Ponsarnau y en el cuerpo técnico y no me obsesiono por jugar más o menos. Me centro en dar el 100% y en aprovechar mis oportunidades”.

Las que tiene las exprime a la perfección, no en vano es el máximo anotador de los ‘hombres de negro’ en esta fase de grupos continental con 14,3 puntos de media en 17 minutos de presencia en cancha por cita. “No me tomo estos partidos como una forma de demostrar nada porque eso sería meterme a mí mismo carga negativa, yo me centro en jugar”, apunta, recalcando que “estoy muy contento, cuando llegué aquí ya dije que venía a aprender y en eso sigo. Cada día soy mejor jugador. No me mido por hacer un partido mejor o peor, esto no es una carrera corta sino un maratón y aprendo día a día. Agradezco la forma en la que me tratan mis compañeros y la confianza que me dan cuando estoy en cancha, eso es muy importante”.

Además, pone también en valor la figura del entrenador. “Para mi la FIBA Europe Cup es una oportunidad para mejorar y aprender y Jaume me permite equivocarme en cancha. Eso tiene mucho valor”, reconoce. “Cada día es una oportunidad y así me lo tomo. El sábado en Granada no salí a jugar pero estaba preparado por si me tocaba y era el primero que desde el banquillo me levantaba para celebrar cualquier acción de mis compañeros”.

MEJORAR EN DEFENSA

A sus 21 años y con una destacada trayectoria en categorías inferiores a sus espaldas, con el MVP del Eurobasket sub’16 de 2019 como gran logro individual, Domínguez reconoce que es en la defensa donde más se focaliza su ámbito de mejora. “Es el plano en el que más me aprietan y más tengo que aprender. Me fijo mucho en Xavi Rabaseda. No es el más rápido, pero es muy inteligente y sabe en todo momento dónde colocarse. Eso es en lo que más me centro. En mi puesto también está Zoran Dragic. Es un jugador que ha cambiado. Cuando jugaba en Unicaja yo estaba también en el club y siempre iba al 100%, mientras que ahora es más pausado, lee todo lo que pasa en la cancha…”.

Tampoco esconde que el escenario en el que se disputan los encuentros continentales en Bilbao, La Casilla, le atrae especialmente. “Me gustó mucho jugar allí. Quizás es un ambiente algo más amateur. Es acogedor y la pista está muy bien, algo que es muy importante. Se siente más el ambiente”.

LLEGAR LEJOS EN EUROPA

Tras una victoria en Granada que “nos da tranquilidad y confianza para seguir trabajando porque nunca es fácil ganar fuera de casa”, el alero no esconde que el objetivo en la FIBA Europe Cup es “llegar muy lejos. Ahora estamos viendo que somos superiores a los equipos a los que nos enfrentamos y nuestro reto es no relajarnos. Sí que se va hablando de los rivales que nos pueden tocar más adelante, pero pensamos en el día a día”.