El Surne Bilbao Basket recibió este martes en Klaipeda un gran impulso para convertir en realidad su deseo de competir en la fase de grupos de la FIBA Europe Cup. El conjunto vizcaino despejó las dudas e incógnitas que siempre rodean al estreno oficial de una nueva temporada y se empleó en territorio lituano con la seriedad y el buen hacer necesarios para conquistar una victoria por ocho puntos (66-74) que deberá ratificar pasado mañana (20.00 horas) en el encuentro de vuelta en el Bilbao Arena.
La tropa de Jaume Ponsarnau mandó en el marcador durante más de 36 minutos ante un rival que ya se había estrenado en competición oficial con éxito a domicilio ante el vigente campeón de liga lituana, el BC Rytas. Cierto es que a los visitantes les faltó algo más de control y acierto para romper el duelo en las diversas oportunidades que tuvieron -ventajas de diez puntos en el ecuador del primer y el último cuarto-, pero quizás la constancia necesaria para conseguirlo es demasiado pedir en una época tan tempranera del curso, con mucho que trabajar para solidificar el equipo, y teniendo en cuenta que el Neptunas no es un conjunto que convenga hacer de menos, ni por recursos ni por oficio. Eso sí, tuvieron aplomo para resistir los intentos de rebelión de los de Georgios Vovoras y acabaron encontrando un buen premio a su trabajo.
Había ganas de ver bajo fuego real a la nueva versión de los hombres de negro y en su primera comparecencia con exigencia real bajo los focos se vio a un Surne Bilbao Basket solidario y largo, con interesantes recursos en ataque pero con engranajes aún por ajustar. Funcionó bien la activación de los pívots (19 puntos entre Tryggvi Hlinason y Marvin Jones) con solo seis balones perdidos, pero toca afinar el punto de mira desde la larga distancia (26%, 6 de 23).
El trabajo defensivo fue notable, obligando a los lituanos a jugar incómodos y solo se sufrió cuando los de Vovoras intentaron desordenar el juego y jugar al galope y a la hora de cerrar el rebote, con un total de 13 concedidos en ataque, mediante los que el Neptunas facturó 17 puntos. El verdadero factor diferencial fue Melwin Pantzar, con un partido magnífico que le impulsó hasta los 27 créditos de valoración al ser el máximo anotador (14 puntos), reboteador (8) y asistente (6) de los suyos.
BUENA PUESTA EN ESCENA
Con el base sueco, Kristian Kullamae, Xavi Rabaseda, Tomasz Gielo y Hlinason formando el primer quinteto inicial de la temporada -Thijs De Ridder fue el jugador que se quedó fuera de la convocatoria al tener que contar con Carlos Taboada como quinto cupo-, el conjunto vizcaino necesitó poco tiempo para activarse a pesar del tempranero daño que hizo Tomas Pavelka en las cercanías del aro bilbaino (6-3). Pero en el momento en el que el poste eslovaco se fue al banquillo con dos faltas fue el gigante islandés de los hombres de negro el que se convirtió en arma de destrucción masiva. Con una notable actividad defensiva y siete puntos seguidos de su pívot, los de Ponsarnau fabricaron un gran parcial de 0-13 para conquistar su primera renta de dos dígitos: 6-16. El Neptunas encontró en la línea de 6,75 el hábitat perfecto para no desconectarse, incluido un triple de Desure Buie a tabla en el último segundo de la posesión, y al término del acto inaugural se llegó con un equilibrado 19-21.
Muhammad-Ali Abdur-Rahkman trató de activarse con penetraciones que no llegaron a buen puerto y con algún problema a la hora de cerrar el rebote defensivo, los anfitriones recuperaron el control del luminoso a ocho minutos del descanso con un triple de Nate Johnson. El conjunto vizcaino perdió eficacia en ataque y solo los puntos de Pantzar opusieron resistencia al acierto de los de Vovoras desde la larga distancia, con Deividas Gailius especialmente revoltoso, aunque su recuperación en retaguardia le sirvió para mantenerse firme hasta que otro arreón le permitió volver a estirar el marcador hasta el 27-34 a 2:45 de la conclusión del segundo acto. El Surne Bilbao Basket supo frenar la efusividad de Zane Waterman para llegar al ecuador de la cita con un interesante 31-37 a su favor.
MUCHO TRABAJO
En la reanudación, ninguno de los dos contrincantes acabó de imponer su superioridad en cancha. Si el conjunto vizcaino amenazó con un nuevo demarraje de la mano de Kullamae y Pantzar (36-44), el Neptunas optaba por subir revoluciones para no perder su estela. A los visitantes no les favorecía nada que el choque se desordenara, algo que buscaban los anfitriones con el impulso de su afición. Jones enfrió su ánimos con un puñado de buenas acciones en ataque (43-51) y los hombres de negro recuperaron su máxima renta de diez puntos, pero el 46-53 a diez minutos del final seguía siendo bueno.
Sin embargo, al Surne Bilbao Basket le seguía faltando más chispa, control y acierto para romper el duelo. El Neptunas, incompatible con la rendición, amenazó con igualar la contienda (55-58), pero cinco puntos seguidos anotados entre Abdur-Rahkman, vital triple el suyo, y Gielo dieron mucho aire a los de Ponsarnau a seis minutos del final (55-63). Kullamae volvió a colocar en el luminoso otra renta de diez puntos, pero entre Buie y Martynas Pacevicius la dejaron en la mitad en un abrir y cerrar de ojos.
Los hombres de negro luchaban por no estropear el trabajo realizado hasta ese momento. Un triple de Mindaugas Girdziunas amagó con dificultar las cosas a los visitantes (64-67) a tres minutos de la última bocina, pero entre Harald Frey, Kullamae y Pantzar aseguraron la victoria, con Jones metiendo el tiro libre que colocó el 66-74 final, una ventaja de ocho puntos que tocará confirmar en Miribilla para saltar sin sobresaltos a la fase de grupos de la FIBA Europe Cup.